ANTOLOGÍA DE SANDECES POLÍTICAS

El fiscal que trató mejor al acosador que a la víctima Nevenka

"Entre los que actualmente defienden a Ismael Álvarez sin tapujos destaca el afamado radiofonista Luis del Olmo, paisano y muy amigo suyo"

El fiscal José Luis García Ancos, en una imagen fechada en mayo del 2002.

El fiscal José Luis García Ancos, en una imagen fechada en mayo del 2002. / periodico

Ángel Sánchez de la Fuente

Ángel Sánchez de la Fuente

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A raíz de la moción de censura en el Ayuntamiento de Ponferrada --ganada por el candidato del PSOE con el apoyo del exalcalde Ismael Álvarez-- se ha recordado en los medios de comunicación buena parte del llamado 'caso Nevenka', surgido en mayo del 2002. En aquel entonces, la que fue concejal de Hacienda del Ayuntamiento ponferradino Nevenka Fernández denunció a su alcalde por acoso sexual. Ambos habían mantenido una relación amorosa hasta que ella, 24 años más joven que él, decidió romper. Desde ese momento, Ismael Álvarez intentó por las buenas y sobre todo por las malas volver a la situación anterior.

El calvario de Nevenka terminó con la condena del acosador, que abandonó temporalmente la política. Como la pena no acarreaba la inhabilitación, Ismael Álvarez volvió a presentarse en las últimas elecciones municipales con un partido al margen del PP en el que había militado. Sus cinco concejales han servido ahora para que su antiguo amigo --ahora enemigo-- Carlos López Riesco perdiera la alcaldía en beneficio de Samuel Folgueral, que se ha visto obligado a abandonar el PSOE ya que la cúpula de Pérez Rubalcaba, después de vacilaciones impropias de un partido de izquierda, acabó rechazando el pacto con un acosador.

Una testigo interrogada como una acusada

El 'caso Nevenka' dio pie también a uno de los capítulos más vergozosos de la reciente historia judicial española. En esta antología de despropósitos merece recordarse la calamitosa actuación, en el juicio contra Ismael Álvarez, de José Luis García Ancos, entonces decano de los fiscales españoles y fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Tal fue el cariz de las preguntas que García Ancos dirigió a la joven Nevenka, que el presidente del tribunal, José Luis de Pedro, hubo de advertirle con estas palabras: "Es una testigo, no una acusada".

El fiscal utilizó en muchos momentos un tono de voz tan vehemente que llegó a disculparse: "Es mi forma de hablar. Si en la forma he sido un poco desconsiderado, con toda humildad pido perdón". Si los modales destemplados chirriaron en la sala, peor fue el contenido de lo que dijo. "Jamás me he encontrado con una testigo con esa soltura, con esa memoria [...] Usted ha podido tener una psicosis o una depresión postraumática, pero le aseguro que la cabeza la tiene muy bien amueblada. La felicito, poque en su narración no ha dejado detalle, incluso de hechos acaecidos hace dos o tres años. Veremos si los detalles se ajustan o no a la realidad". Acto seguido, la dosis de sarcasmo dio paso a una especie de interrogatorio policial.

"El trasero de las empleadas de Hipercor"

Después de inquirir a Nevenka --economista de profesión-- el motivo que la había llevado a dejar un trabajo de futuro --con su vida profesional de auditora debidamente encauzada con tan solo 24 años-- para ir a parar "a una cosa incierta, aleatoria, pasajera" como "unas listas del PP para las elecciones", el fiscal se desmelenó y pronunció una frase que ocasionó el rechazo unánime de la ciudadanía en general y de las cajeras de los supermercados en particular. "¿Por qué usted, que ha pasado ese calvario --tronó García Ancos--; usted, que no es la empleada de Hipercor [a la] que le tocan el trasero y tiene que aguantarse porque es el pan de sus hijos; usted, que no es una empleada de una farmacia o de cualquier sitio, por qué no dice 'se acabó, me voy', y ahí se queda el puesto de concejal?" En ese momento, entre sollozos, según relatan las crónicas, Nevenka respondió: "Me estaba jugando mi dignidad".

El fiscal no cedió en su acoso: "¿Su dignidad? ¿Su dignidad?" A lo que Nevenka repuso: "Querían que me marchara como si hubiera hecho algo malo, como si fuera una incompetente... Yo no podía consentir eso". "Uno se marcha si se tiene dignidad, y luego denuncia", remató García Ancos con desmedido apasionamiento. Todo lo contrario a como se mostró con el acusado, ante el que se disculpó varias veces por hacerle ciertas preguntas poco agradables.

"Un auténtico acoso procesal"

El escándalo fue de tal magnitud que un fiscal general tan políticamente incompetente como Jesús Cardenal no tuvo más remedio que relevar del caso a García Ancos, tras aceptar la propuesta del jefe de la Inspección de la Fiscalía, Juan José Martínez Zato, quien calificó de "un auténtico acoso procesal" la actitud del relevado. Este, lejos del más leve dolor de corazón y propósito de enmienda, declaró: "A mí, ni Dios me hace cambiar de criterio [...] No me arrepiento de nada [...] Cuando se hacen las cosas bien, habrá que pedir explicaciones al fiscal general del Estado o al Santo Padre".

Como en la vida no siempre todo es simple y lineal, García Ancos, nacido en Madrid en 1936 y hermano de un magistrado progresista del Tribunal Supremo --Gregorio García Ancos--, había reclamado en la memoria de la Fiscalía de Castilla y León de 2001 --un año antes de la vista del juicio contra el alcalde acosador-- un cambio legal para que el acoso sexual no fuera un delito exclusivamente asociado al ámbito laboral. En uno de los puntos de la memoria, que desveló en su día el periodista Jesús G. Albalat, se pedían sanciones para "los hostigamientos persistentes que predisponen que las víctimas estén al borde de la enfermedad mental".

¿Qué le ocurrió a García Ancos el infausto día en que tuvo ante sí a un acosador y a su víctima, y se ensañó con la víctima?

Ismael no es el violador de las esquinas

¿Qué ha sido de Ismael Álvarez? Actualmente está fuera del Ayuntamiento después de haber dimitido de concejal, que era la condición acordada con el PSOE. Y todo parece indicar que volverá a presentarse para alcalde dentro de dos años. Sabe que muchos ponferradinos lo han votado y lo votarán, como demuestran sus últimos resultados electorales, aunque también sabe que no son tantos los que se atreven a elogiarlo en público.

Entre los que actualmente lo defienden sin tapujos destaca el afamado y veterano radiofonista Luis del Olmo, paisano de Álvarez y muy amigo suyo. En una crónica de la periodista Esther Tejedor se recoge el siguiente comentario del creador del mítico programa Protagonistas: "Ismael tuvo muy mala suerte con algún medio de comunicación que se empeñó en quitarlo de en medio. Nunca me pareció justo lo que se dijo de él. Parecía que iba violando por las esquinas, y no es así".

Por supuesto que nadie cree que Álvarez fuera violando de esquina en esquina, pero reducir su ostracismo político a una guerra entre periódicos es ignorar el acoso sexual al que fue sometida Nevenka. Claro que la amistad tiene estas cosas. No hay que olvidar que Álvarez fue el alcalde que le dedicó a su admirado Del Olmo una fuente de Ponferrada. Y con busto incluido.

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