Sumas y restas

EL PARLAMENT APRUEBA INICIAR UN PROCESO DE AUTODETERMINACIÓN EN CATALUÑA

EL PARLAMENT APRUEBA INICIAR UN PROCESO DE AUTODETERMINACIÓN EN CATALUÑA / nas/ms

Albert Sáez

Albert Sáez

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Jordi Colomines ha colgado en subloguna proyección en voto popular del acuerdo del miércoles enel Parlament sobre la soberanía de Catalunya. La declaración recibió el apoyo de 85 diputados en representación de 2.016.233 catalanes. Los diputados en contra representan a 1.140. 218 catalanes, la abstención de la CUP a 84.290 y los 5 díscolos del PSC sumarían 131.177 votos populares. No hay trampa en las operaciones aritméticas que ha realizado. Algo más de 2 de cada 3 representados estarían hipotéticamente a favor de la declaración. No es una mayoría extraordinaria pero sin duda es una mayoría contundente. Refleja muy especialmente que el vector dominante del catalanismo se decanta en estos momentos hacia el soberanismo, paso previo pero no ineludible al inpendentismo. Los votantes de ERC son claramente partidarios de esta opción, Y los que el 25-N votaron CiU lo son en intensidades diferentes como demuestran las tensiones de los últimos días dentro de la propia federación. Los de ICV viven este asunto con menos dramatismo pero en todo caso no les espanta el soberanismo de la estrategia actual de sus dirigentes.

Este resultado ha puesto muchas calculadoras en marcha, tanto entre quienes no quieren perder la centralidad politica y social como entre quienes quieren revertir el proceso. Hay quien advierte a los reticentes del riesgo de quedarse en la cuneta y quien se ofrece a los beligerantes para darle la vuelta a los resultados. Quienes mantienen estas dos actitudes se fijan únicamente en la trayectoria del catalanismo y, como mucho, del españolismo. Pero el fenómeno hay que situarlo en el mapa de la Europa actual. Los que hoy abogan por un cambio de marco político en Catalunya son la trasposición local de los que en toda Europa muestran su desafección hacia las instituciones que les representan. Quienes han llegado al soberanismo por la vía económica son las clases medias autóctonas ahogadas como en el resto del continente. Pueden cambiar de opinión, pero no lo harán si quienes les quieren seduir les acusan de "ilegales", "antidemocráticos" y "tramposos". Lo que se hace para sumar, a veces resta.