La clave

El mejor alcalde del mundo

JUANCHO DUMALL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Fundación City Mayors, un laboratorio de ideas con sede en Londres dedicado a temas de urbanismo metropolitano, concedió el lunes el premio bianual al mejor alcalde del mundo aIñaki Azkuna(Durango, 1943), primer regidor del Ayuntamiento de Bilbao. Independientemente de la importancia que queramos darle a tal distinción, vale la pena detenerse a reflexionar sobre las motivaciones expuestas por el jurado para señalar la positiva gestión realizada en la ciudad vasca. La fundación destaca la transformación de una urbe que había sufrido un fortísimo declive industrial en los años 80 y que emergió a finales de los 90 como un gran foco de atracción turística y artística, sobre todo gracias a la construcción del museo Guggenheim, a la orilla de la ría.

Es cierto queAzkuna, que llegó a la alcaldía en 1999, se encontró el museo hecho (fue inaugurado en 1997). Pero su acertada visión de hacer girar el urbanismo de la ciudad alrededor del edificio deFrank Gheryfue un éxito rotundo. El jurado valora también que Bilbao es hoy una ciudad prácticamente sin deuda, puesto queAzkunasupo aprovechar los años de vacas gordas previos a la crisis para sanear las cuentas del municipio. Es decir, hizo lo contrario a lo que muchas administraciones, que pidieron cuantiosos créditos confiando en que el ciclo de bonanza sería eterno y hoy sufren para pagar su deuda y mantener los servicios. Finalmente, la Fundación City Mayors resalta que la gestión del Ayuntamiento de Bilbao es la más transparente de España.

Después de asistir a la ruina que trajeron los aeropuertos sin aviones, los trenes sin pasajeros, los oscuros pelotazos urbanísticos y las estériles y carísimas políticas de escaparate de tantas administraciones, el ejemplo de Bilbao resulta reconfortante.

Independencia

EnAzkunacoinciden, finalmente, dos características muy apreciadas por la opinión pública: la proximidad con la gente y cierta independencia sobre las directrices de su partido, el PNV. En un momento de grave desafección de la política conviene subrayar que no todos los políticos son iguales, ni todas las obras públicas son caprichosas.