La clave

El 2013 de 'Hermano Lobo'

JUANCHO DUMALL

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La broma de estos días es desear un feliz 2014, dado que todos los gabinetes de estudios, las instituciones financieras y el propio Gobierno nos avanzan que el 2013 va a ser un desastre. Los más optimistas, o los más progubernamentales, se atreven a decir que en el último tercio del año que empieza mañana tendremos noticias alentadoras: salida de la recesión, leve creación de empleo, punto final a la reforma del sistema financiero... En definitiva, brotes verdes. El problema es que, después de cinco años de reveses, llegamos ya tan baqueteados a este fin de año que nadie se cree ya ningún cuento que no sea el de la lechera.

Sabemos que las exportaciones han ido razonablemente bien en el ejercicio que termina, que el euro parece momentáneamente a salvo de una implosión y que muchas empresas privadas han hecho ya un doloroso ajuste en forma de expedientes de regulación, despidos y bajas incentivadas. Pero también sabemos que el paro no deja de crecer, que los desahucios se multiplican, que la clase media sigue a severa dieta de adelgazamiento. Pero sobre todo sabemos que el poder político carece de fórmulas para sacarnos de esta. Aquí no hay, ni se le espera, unRooseveltcapaz de lanzar un New Deal del siglo XXI.

Siete preguntas

En los años finales del franquismo surgió en Madrid una excelente revista de humor,Hermano Lobo, que se atrevía a hacer cada semana siete preguntas al poder (Siete preguntas al lobo), cuya respuesta era sistemáticamente la misma: «Al año que viene, si Dios quiere». Pues bien, tras las últimas comparecencias de quienes nos gobiernan en Bruselas, en Madrid y en Barcelona, la respuesta a nuestras preguntas es la misma que la del lobo de los años 70.

¿Cuándo habrá una política de empleo? ¿Cuándo se tomarán en serio la corrupción? ¿Cuándo se abordarán las reformas constitucionales que la sociedad demanda? ¿Cuándo terminará la poda del Estado del bienestar? ¿Cuándo dejaremos de hacer política con la educación? ¿Cuándo dejaremos de ayudar a la banca a cambio de nada? ¿Cuándo tendremos una justicia eficaz y democrática? ¡Uuuuuuh, al año que viene si Dios quiere!