Al contrataque

Barcelona 1714

El escritor Albert Sánchez Piñol.

El escritor Albert Sánchez Piñol. / nas/ea

Xavier Sardà

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Ruego disculpas al equipo de 'Els matins' de TV-3. El pasado domingo me referí a la contradicción religioso-civil del 'pont de la Constitució-Puríssima'. La incoherencia es evidente, pero la expresión la utiliza todo dios. No solo los de TV-3.

He leído con pasión la novela'Victus. Barcelona 1714' y felicito aAlbert Sánchez Piñol. Impresiona la documentación que aporta y la desinhibición con la que se enfrenta a una novela histórica sobre los años previos y el asedio a Barcelona. Un tema tabú y un asedio sobre el que se dice que han escrito los que ganaron y los perdedores 'de arriba'. Lanovela se reivindica como la primera escrita desde la perspectiva de los verdaderoshéroes: los 'de abajo'. Durante la lectura he tomado algunas notas. Son frases del protagonista, que, en su vejez, recuerda aquellos acontecimientos:

¿«La mayoría de retiradas empiezan por la retaguardia».

¿«A la Iglesia no la detiene ni el sentido del ridículo ni la fuerza de la razón».

¿«En la mentalidad común de los catalanes anida un principio moral único, tan defectuoso como enternecedor: siempre están seguros de tener la razón de su parte. (...) Lo extraordinario del caso catalán es lo que deduce de ello: puesto que tienen razón, el mundo acabará por dársela». (Inglaterra y el resto de países abandonaron Barcelona a su suerte, huyendo como escarabajos, añado yo).

¿«Mientras estés vivo tienes que estar atento. Mientras estés atento, estarás vivo».

¿«Quevedo: son los catalanes aborto monstruoso de la política. Son las viruelas de sus reyes y todos las padecen. Esta nación se arma con delitos indignos de perdón. En tanto que en Catalunya quede algún solo catalán y piedras en los campos, hemos de tener enemigo y guerra».

¿«Inmerso en la guerra de sucesión, el protagonista exclama: «España no es un sitio, es un desencuentro».

¿«El ser humano es una criatura tan cobarde que lo habitual es que no esté dispuesto a arriesgar la vida ni para salvarla».

La constancia diaria

'Victus' recuerda que laheroicidad no es fruto de un momento sino de la constancia diaria defendiendo unaciudad asediada. Nos recuerda la nefasta actitud de algunos políticos de aquel momento, sus dudas inacabables y la demora en la toma dedecisiones básicas. Nos recuerda queVillarroel, un militar castellano, se convirtió en un incansable luchador sabiendo como pocos que Barcelona acabaría cayendo. Nos recuerda cómo los pudientes (no todos) se largaron de Barcelona.

Los motivos por los cuales Catalunya (no toda) luchó a favor deCarlos III son bastante difusos. ¿Cómo habría actuado un Austria en la epoca del afianzamiento de los estados-nación? No se sabe. Es posible que la decisión de resistir fuese un error sabiendo que las tropas franco-españolas eran ilimitadas. Quién sabe. Pero cuando uno defiende su casa y a su familia, tiende a luchar.Rafael Casanovano queda nada bien. Un recuerdo para los verdaderos héroes sin nombre.