la tribuna

Un clásico con olor a especias

La pasión por la Liga se desborda en Marruecos, por qué no reconocerlo, gracias a los éxitos azulgranas

Una pintada antimadridista, la semana pasada en Marraquech.

Una pintada antimadridista, la semana pasada en Marraquech.

JUAN CARLOS PASAMONTES

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Lo que no logróAntonio Maurahace más de 100 años ni el almiranteLuis Carrero Blancohace más de 35 lo ha conseguido Al Jazeera en poco más de seis: hispanizar Marruecos (bien es verdad que futbolísticamente hablando). Aunque visto como están las relaciones bilaterales habrá que darlo por bueno. Marruecos vive la Liga con más pasión que la competición doméstica o su selección nacional; y si se trata del Barça o el Madrid, entonces alcanza ribetes no mensurables, pues nadie con dos dedos de frente puede afirmar que en el reino de la monarquía alauí existen más merengues que culés, o viceversa. Y todo gracias al canal qatarí y, porqué no reconocerlo, al fútbol y a los éxitos del cuadro azulgrana.

Varios factores han contribuido al auge del fútbol español en Marruecos. En primer lugar, ya está escrito, Al Jazeera. La televisión por satélite de Qatar, con una programación deportiva espectacular y dondePaco Buyoes un habitual, cuenta desde 2003 con cuatro canales -uno de ellos en inglés-- dedicados en exclusiva al fútbol internacional, con primacía de la Liga, el Calcio y los partidos de la UEFA.

Sus comentaristas retransmiten los encuentros del Barça y del Madrid, sobre todo, los del equipo dePep Guardiola, como si se tratara de una final del Campeonato del Mundo o de la Champions, y sin un segundo de descanso. De un tirón, sin puntos y aparte. Comparado con los locutores de Al Jazeera, el granVíctor Hugo Morales esTorrebruno. Con esto está dicho todo.

OTRO FACTOR, no menor, ha sido la inmigración marroquí en España, más de 700.000 personas, muchas de ellas concentradas en Catalunya. Que bien por los lazos establecidos en nuestro país, o por la influencia sobre sus familiares, este colectivo ha hecho del conjunto azulgrana un equipo con millones de apasionados seguidores.

Pasión desbordada que, en algún caso, ha acarreado incluso la cárcel por escribir «Dios, nación, Bar-ça», versión libre del lema nacional «Dios, nación, rey». Aunque el madridismo, ojo, no le va a la zaga. En ciudades como Rabat, Casablanca, Tetuán, Tánger y Marraquech es habitual ver por las calles o en los zocos a jóvenes, y no tan jóvenes, con camisetas o sudaderas del Madrid falsificadas con los nombres impresos deRaúl(que sigue siendo un ídolo pese a su marcha a la Bundesliga),CasillasoCristiano Ronaldo, en las dos versiones.

PERO SI HAY un lugar donde la pugna Barça-Madrid alcanza el paroxismo, ese, es Marraquech, la ciudad roja del Norte de África. Marraquech viene a ser como un parque temático del clásico. Aunque es una rivalidad amable, tranquila, buenhumorada, propia de los marraquechís. Y donde también se dan muchas de las contradicciones que históricamente han caracterizado a los culés. Así, frente a la céntrica Polyclinique du Sud, a las afueras de la famosa y turística medina, se pudo leer durante un tiempo: «Real Madridcristiano».

EL TÉRMINOcristianono estaba escrito para ensalzar a CR7 precisamente, sino para resaltar el carácter religioso del equipo blanco.Cristiano, de cristianismo. Lo que vendría a decir, aplicando esa lógica antimadridista, es que un buen musulmán no puede abrazar el cristianismo, ergo, tiene que ser contrario al Madrid, es decir, del Barça. Como si el Barça no fuera también cristiano por mucho que cuente en sus filas con jugadores de fe musulmana comoKeita, y desde hace unos días,Ibrahim Affelay, de ascendencia marroquí. Una soberana tontería. Además,Özil,KhedirayDiarraprofesan también la religión islámica, en las filas blancas.

El clásico del próximo lunes en el Camp Nou , sí, paralizará Marruecos y mantendrá con el corazón en vilo a toda la ciudad de Marraquech. AunqueMohcine, merengón de la medina y camarero del café Le Grand Dades, microcosmos marraquechí de la rivalidad Madrid-Barcelona, lo tiene claro. «Amigo, un proverbio árabe dice: cada sol tiene su ocaso», comenta últimamente. No hay que ser muy listo, se refiere, claro, cómo no, al Barça.