INGENIERÍA FINANCIERA PARA PALIAR EL DÉFICIT DE INFRAESTRUCTURAS

El Govern financiará cinco obras con los beneficios del peaje de Vallvidrera

CRISTINA BUESA
BARCELONA

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Por primera vez, los abnegados usuarios de los peajes podrán ver cómo su paso por caja no sirve solo para engordar las cuentas de las concesionarias. Ahora que ha entrado en beneficios, Tabasa, la empresa pública que gestiona los túneles de Vallvidrera, destinará las ganancias presentes y futuras a diversas obras relacionadas con la movilidad en el área metropolitana de Barcelona. Se trata de una iniciativa pionera que ayer autorizó el Govern y que contribuirá a paliar el déficit de infraestructuras de Catalunya, tal como reconoció elconsellerde Política Territorial i Obres Públiques, Joaquim Nadal.

Son 443 millones de euros. La gestora del túnel que une el Vallès y la Via Augusta barcelonesa aportará esta cantidad en los próximos seis años para construir varias infraestructuras viarias y ferroviarias, agrupadas en cinco subgrupos. No son planes novísimos ni recién sacados de la chistera planificadora del Ejecutivo catalán: la mayoría cuenta con proyectos redactados y, en algunos casos, a punto de licitarse. La gracia de la iniciativa es que se lleva a cabo una inversión importante aparte de las que ya estaban presupuestadas y aprobadas por Política Territorial, destacó elconseller.

"EJERCICIO DE SOLIDARIDAD"

Cuando la desaparición de las autopistas de pago en Catalunya aparece ya como una quimera inalcanzable, la idea de sufragar esta serie de obras con las ganancias de una concesionaria se presenta por parte de la Generalitat como un "ejercicio de solidaridad" del transporte privado hacia el colectivo. De hecho, el transporte público es el gran beneficiado de las inversiones que ayer se anunció que asumirá Tabasa.

La construcción del carril bus-VAO (Vehículos de Alta Ocupación) de la C-58 entre Ripollet (Vallès Occidental) y la avenida Meridiana es uno de los cinco proyectos elegidos. Con un presupuesto de 125 millones de euros, la nueva vía discurrirá en la mediana de la autopista en casi todos los 6,7 kilómetros que tendrá. Tras tres años de trabajos, los dos carriles reversibles solo podrán ser utilizados por autobuses o ve-

hículos de gran capacidad. Política Territorial tiene un plan para fomentar la creación de este tipo de carriles que alivien los congestionados accesos a Barcelona: además de este, están proyectados otros en la C-31 o en la B-32.

MEJORA DE FRECUENCIAS

Otro de los grandes agraciados por la abundancia presupuestaria de la empresa de los túneles de Vallvidrera es Ferrocarrils de la Generalitat (FGC). La principal de las tres aportaciones que se dedicará a la infraestructura ferroviaria será la construcción de una nueva cola de maniobras en la estación de Plaça de Catalunya, que costará 125 millones de euros. El proyecto consiste en alargar el actual túnel para que los trenes puedan invertir la marcha sin afectar al resto de circulaciones. A efectos prácticos, se podrá doblar la frecuencia de la línea del Vallès que pasará de contar con convoyes cada 12 minutos a tenerlos cada seis.

En este mismo trazado de FGC, con el objetivo de descongestionar las estaciones de Sant Cugat y Sant Joan, se creará la nueva parada de Vullpalleres. Este sector de la ciudad vallesana está experimentando un notable crecimiento urbanístico. Además, la instalación estará a solo 500 metros de la estación de Coll Favà de Cercanías. En esta estación también se habilitará un párking con capacidad para 242 vehículos que podrá ser utilizado tanto por los viajeros de Ferrocarrils como por los de Renfe.

INTERMODALIDAD ASEGURADA

Esta doble condición del párking favorecerá la intermodalidad, es decir, el trasvase de usuarios de un medio de transporte a otro. Esto mismo es lo que se pretende con la construcción de otros tres aparcamientos en las estaciones de FGC de Valldoreix, Les Planes y Baixador de Vallvidrera. Tendrán entre 200 y 300 plazas cada uno. Si se facilita que los ciudadanos dejen el vehículo en las paradas de tren y prosigan su viaje hacia Barcelona en ferrocarril, los accesos viarios notarán cierto alivio, además del beneficio medioambiental que representará.

Precisamente los conductores que abandonen el transporte privado y accedan o salgan de Barcelona en tren dejarán de usar (en la mayoría de casos) el túnel de Vallvidrera, artífice de las mejoras en infraestructuras. Pero esa galería también contará con inversiones que la dejen en perfecto estado de revista.