REVISIÓN EN EL TRIBUNAL SUPREMO DEL ATENTADO MÁS SANGRIENTO

El fiscal solicita la condena del 'Egipcio' por militar en Al Qaeda

Familiares de las víctimas del 11-M, ayer, a las puertas del Supremo.

Familiares de las víctimas del 11-M, ayer, a las puertas del Supremo.

MARGARITA BATALLAS
MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El fiscal pidió ayer a los jueces del Tribunal Supremo que condenen a Rabei Osman,el Egipcio,como miembro de Al Qaeda. El ministerio público avaló el resto de la sentencia de la Audiencia Nacional, que condenó a 21 procesados por la matanza de Madrid en octubre pasado. Con esta petición arrancó la vista de los recursos de casación que se celebrará esta semana en la sala penal del Supremo.

La fiscalía acusó alEgipciodurante el juicio de la Audiencia Nacional de ser uno de los tres autores intelectuales de la matanza. Sin embargo, fue absuelto --al igual que los otros dos-- porque Osman ya había sido condenado en Italia por pertenencia a banda armada. Pese a ello, el fiscal reclamó ayer que el Supremo le castigue por el mismo delito, porque, a su juicio, son "hechos distintos". El ministerio público explicó que los convenios internacionales permiten que sea condenado en España, porque la sentencia italiana no es firme. Para apoyar su tesis recurrió a un viejo dicho: "Son todos los que están, pero no están todos los que son".

CÉLULAS

Esta tesis fue secundada por el abogado Antonio Segura, que representa a la Asociación 11-M. El abogado explicó que Al Qaeda es una organización que funciona con otra estructura a la de otras bandas terroristas. "Los miembros terminan su relación cuando se suicidan mientras que los dirigentes se dedican a crear células". Este, dijo, fue el papel desempeñado por Rabei Osman, que creó una célula en España y otra en Italia. Por ello, reclamó que sea castigado en ambos países. El letrado pidió también la misma pena para Yusef Belhadj y Hasan el Haski, que fueron acusados de ser inductores de la matanza, y de Abdelmajid Buchar,el Gamo,como autor material de la masacre. Este procesado huyó de la policía cuando cercó a la célula que se suicidó en Leganés el 3 de abril del 2004. La Audiencia solo les condenó por pertenencia a banda armada.

La sesión de ayer también fue dedicada a los hermanos Carmen y Antonio Toro, integrados en la trama asturiana que facilitó los explosivos de la matanza. El abogado Antonio García, también de la Asociación 11-M, explicó que Toro "conocía el potencial terrorista del grupo" y que, a pesar de ello, "asumió los riesgos". También señaló que facilitó una muestra del explosivo al confidente policial Rafá Zuhier y que "ofreció 150 kilos de explosivos al mejor postor".

Además, sostuvo que Zuhier "tenía una clara conciencia" de la peligrosidad de Jamal Ahmidam, uno de los siete suicidas de Leganés. Pero "sin ningún escrúpulo" le facilitó la goma-2. Por ello, pidió a los jueces que castiguen a los hermanos Toro y a Zuhier como cooperadores necesarios de la matanza, ya que su participación fue "indispensable" para la comisión de la matanza. "Sin Zuhier --afirmó--, no se habrían conseguido los explosivos".

La Audiencia absolvió a los hermanos Toro y condenó a Zuhier por pertenencia a banda armada. Los jueces solo castigaron al exminero José Emilio Suárez Trashorras, exesposo de Carmen Toro, como cooperador necesario por haber facilitado los explosivos que robó de una mina asturiana. El acusador Fernando Luján, que representa a una víctima del 11-M, fue el único que reclamó un castigo para el capataz de la explotación minera, Emilio Llano, porque permitió que se falsearan los libros de la mina para ocultar el robo del explosivo.

DESPROPÓSITO

Tras estos alegatos comenzó el turno de los abogados defensores. El letrado de Jamal Zugam aseguró que la sentencia de la Audiencia es "ejemplar", pero para su cliente ha sido "un despropósito jurídico". El letrado expuso la falta de fiabilidad de los testigos que le reconocieron en los trenes de la muerte porque su foto fue exhibida hasta la saciedad por la prensa tras su detención, 48 horas después de la matanza. También criticó que los jueces no hayan valorado las pruebas de descargo y que le hayan condenado a más de 44.000 años con un relato de hechos recogido en 17 líneas. Tras él, otros ocho defensores reclamaron la absolución de sus clientes.