EL INICIO DEL FESTIVAL DE MÚSICAS AVANZADAS

El Sónar se abre al mundo tras vencer su crisis más grave

Cúpula inmersiva de 360 grados en el Sónar+D

Cúpula inmersiva de 360 grados en el Sónar+D / periodico

Jordi Bianciotto

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Con 25 ediciones a sus espaldas y una historia de éxito, al Sónar le sobran fuerzas e imaginación para salvar los obstáculos con los que ha debido lidiar en su cita del 2019, empezando por un indeseado cambio de fechas, de las tradicionales en el mes de junio a las de esta semana, en que el festival se instala desde el jueves hasta el sábado en los recintos de Fira Montjuïc (día) y Fira Gran Via, en L’Hospitalet (noche). Un Sónar más global que nunca, por primera vez con artistas de los cinco continentes y atento a desafíos, en la parcela del Sónar +D, como la inteligencia artificial aplicada a las artes.

El festival sube así la persiana dejando atrás “la crisis más grave” de su historia así la ha calificado uno de sus codirectores, Ricard Robles, en alusión al conflicto laboral entre los montadores de estructuras aéreas (los ‘riggers’) y la Fira de Barcelona, que condujo a una huelga y puso en riesgo su celebración hasta este martes. Problemas que llovían sobre mojado: un año atrás la Fira hizo saber al Sónar que debía cambiar sus fechas del 2019 por la invasiva llegada de la ITMA, coloso itinerante de maquinaria textil. El desplazamiento en el calendario de una muestra tan asociada durante décadas a un fin de semana preciso de junio no podía ser bienvenido, pero, con todo, el festival espera cerrar esta edición con cifras de asistencia situadas en el espectro habitual (126.000 personas en el 2018).

Atentos a las periferias

Si un trazo del Sónar ha sido siempre la evolución galopante a lo largo del tiempo, este año podemos hablar de un nuevo impulso en múltiples campos: expansión del marco geográfico de los artistas más allá del ámbito anglosajón (venidos de 36 países), atención a creadores de las periferias culturales (de “los márgenes”, apuntaba Robles), relevo generacional en el ‘star system’ (el clásico de este año es Underworld, un símbolo de la electrónica de los 90), elevación del papel de las músicas urbanas (hip-hop, r'n'b, trap, dancehall, reguetón y sus variantes y cruces, con honores de estrella) y, en el Sónar +D, renovados acentos en la formación, las clases magistrales y las conferencias (la inaugural, a cargo de Robert del Naja, de Massive Attack).

El elenco de artistas cubre desde los territorios electrónicos asociados al Sónar a los nuevos arietes urbanos y un provechoso rastro de creadores heterodoxos. Entre los primeros, junto con Underworld, figuran los británicos Disclosure y Four Tet, el austríaco Fennesz, el alemán Paul Kalkbrenner o el japonés Dj Krush. En otra esfera, el trapero puertorriqueño Bad Bunny, mientras que el hip-hop estadounidense, fiel a su leyenda negra en los festivales europeos, registra un par de bajas de última hora, las de A$AP Rocky, que ha suspendido gira (ocupa su lugar el británico, también estelar, Stormzy), y Lil Uzi Vert (suplido por Sheck Wes). Y entre los talentos menos encasillables, la carismática presencia de Arca, y los aventureros Matthew Herbert y Holly Herndon.

De Catalunya a Uganda

En total, 140 espectáculos, de los cuales 80 son estrenos. Presencia catalana relevante: 22 artistas, entre ellos figuras que pisan fuerte en la música urbana como Bad Gyal, Dellafuente o Cecilio G. Y venidos desde latitudes inhabituales en nuestro imaginario musical, creadores como la iraní-holandesa Sevdaliza, la siria KÁRYYN o la ugandesa Hibotep. Artistas a los que el festival selecciona imprimiendo un sello de garantía, en línea con su apuesta tradicional por nombres (semi)-desconocidos o en desarrollo. El Anuari de la Música 2019, presentado estos días, sitúa al Sónar como el festival catalán con un porcentaje más alto de artistas emergentes y el único donde ese perfil llega a ser mayoritario, con un 51%.

Un nuevo Sónar, en fin, el 26ª, que para seguir fiel a su ideario sigue transformándose sin miedo en atención a ese enunciado que asocia tres conceptos: música, creatividad y tecnología. La primera edición con un fondo de inversión como socio mayoritario (Superstruct, firma perteneciente a Providence Equity Partners)fondo de inversión , si bien la presidencia sigue a cargo de Advanced Music. Un festival que es a la vez fenómeno popular, laboratorio y aula, un lugar envuelto en una peculiar poesía urbana donde se pueden vislumbrar los sonidos y las tendencias venidas del futuro.