NOVEDAD EDITORIAL

Emocionante viaje a un pasado silenciado

La editora Carmen Romero se inspira en la historia de su abuela, huida del Berlín nazi, en su primera novela, 'El último regalo de Paulina Hoffmann',

Carmen Romero, autora de 'El úlltimo regalo de Paulina Hoffmann', en Madrid durante la entrevista con EL PERIÓDICO.

Carmen Romero, autora de 'El úlltimo regalo de Paulina Hoffmann', en Madrid durante la entrevista con EL PERIÓDICO. / JOSÉ LUIS ROCA

Olga Pereda

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Carmen Romero Dorr (Madrid, 1981) lleva toda su vida rodeada de libros. Lectora voraz y periodista de formación, ejerció de jefa de prensa de una editorial (Ediciones B) y después se convirtió ella misma en editora. Nunca escribió nada, más allá de sus diarios de adolescente. Hace cuatro años murió su abuela, a la que estaba muy unida. En mitad del duelo, cogió el viejo álbum de fotos familiar. No le había prestado atención desde que tenía ocho o nueve años, y lo que alló encontró le impactó. Las imágenes mostraban la infancia de su abuela en el Berlín nazi, una época trágica de la que la mujer nunca le había contado nada. Tras su muerte, Romero empezó a entender muchas cosas gracias a esas fotos. Para empezar, el infierno que debió de suponer vivir en un país tomado por el fascismo. En ese momento, sintió el impulso de hacer lo que nunca antes había hecho: escribir una historia de ficción. Redactó un borrador y lo dejó reposar. Pasado un tiempo, decidió convertirlo en novela.

El resultado es 'El último regalo de Paulina Hoffmann' (Planeta), un libro lleno de emoción, intriga y verdad en el que la protagonista, Alicia, se sumerge en el pasado de su heroica y superviviente abuela, que huyó a la desesperada de la Alemania nazi y vivió el Madrid de la posguerra. El prometedor debut de Romero –uno de esos libros que no se pueden abandonar hasta que no se terminan- es el fascinante relato de una mujer fuerte y valiente que plantó cara a su destino. También es un canto a las segundas oportunidades. Y, por supuesto, una historia de amor entre una abuela y su nieta, entre una mujer y su marido, y entre una madre y sus hijos.

Violaciones en Alemania

Por su profesión, Romero sabe bien que no existen las fórmulas mágicas para escribir una buena novela. Apasionada del género negro, lo que sí sabía es que para enganchar al lector su primer libro debía tener dosis de misterio, secreto e intriga. Debía tener también base histórica. Por eso, leyó los brutales testimonios sobre las violaciones a mujeres alemanas tras la segunda guerra mundial, una atrocidad que las víctimas llegaron a pensar que se tenían merecida por el dolor extremo que había causado su país, con Hitler en el poder. También leyó cartas de soldados nazis en las que algunos de estos manifestaban sus dudas respecto a las ideas del partido en el gobierno.

'El último regalo de Paulina Hoffmann' habla "del heroísmo de las mujeres y de los personajes que no aparecen en los libros de Historia", explica Romero. La novela se construye a partir de dos voces principales: la de la abuela Paulina (el pasado) y la nieta Alicia (el presente). Tiene saltos en el tiempo, pero está tramada de una manera que el lector no se pierde nunca. 

A Romero no le molesta la etiqueta 'literatura de mujeres' siempre y cuando sea bien entendida. "Las protagonistas son mujeres, sí. Dos mujeres de verdad. Pero eso no significa que el libro no pueda gustar a un hombre. Esa es una idea absurda. A mí me encantan las historias de hombres", señala.

Maternidad imperfecta

Llena de detalles emocionantes, 'El último regalo de Paulina Hoffmann' no solo habla de amor y supervivencia, sino también de la culpa, la pérdida, las equivocaciones y la maternidad. Una maternidad real y nada idílica. "Las madres perfectas no existen. La maternidad tiene luces y sombras", destaca Romero, 'imperfecta' madre de dos niños, a los que quiere con locura y que son, dice, "lo mejor del mundo".

Romero luchó como pudo con sus inseguridades a la hora de enfrentarse a la pantalla del ordenador. A pesar de tener una profesión cuya tarea fundamental es leer y descubrir nuevos talentos, le costó mucho escribir la novela. "Es muy difícil", confiesa. El resultado ha merecido la pena. Y Romero ya ha conseguido autodefinirse como "autora". De momento, no tiene ningún otro borrador en su cajón. "Tendréo que esperar a que me llame una historia".