EMPIEZA LA CITA CON LA LITERATURA POLICIACA

BCNegra, escenario de cómic

El álbum coral 'BCN Noire', coordinado por Raule, revela el lado menos amable de Barcelona mientras que el escritor Carlos Salem debuta en la viñeta con 'Que decidan las cerillas'

Viñeta de 'BCN Noire', de la historieta de Salva Rubio y Diego Olmos.

Viñeta de 'BCN Noire', de la historieta de Salva Rubio y Diego Olmos. / periodico

Anna Abella

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Pudo ser ‘Puta Barcelona’ o ‘Barcelona viste de negro’. Pero al final fue ‘BCN Noire’, una obra en la que la metrópoli es el reconocible escenario de 23 oscuras historietas habitadas por camellos y drogadictos, prostitutas y mafiosos, lateros e inmigrantes ilegales, vagabundos, homófobos y ‘skins’ y matones pero también por la cotidianidad de turistas y vecinos y demás fauna autóctona. Un título que evoca sin pudor a BCNegra, el encuentro literario que hasta el domingo 4 de febrero llenará la ciudad de ‘detectives’, ‘asesinos’, ‘ladrones’, ‘policías’... y de guionistas y dibujantes de cómic. Porque serán los 48 autores de este álbum coral-que orquestado por un tenaz Raule (‘Jazz Maynard’) lanza Norma esta semana- quienes armados con sus rotuladores y pinceles animarán el miércoles la primera “fiesta canalla” del festival, en palabras de su comisario, Carlos Zanón, que espera que no sea la última.

Es una BCNegra que tendrá también el cómic como protagonista en su inauguración, este lunes, con la exposición ‘Jordi Bernet, fundido a negro’, en la Biblioteca Jaume Fuster, dedicada al dibujante barcelonés que trazó al amoral y mítico gánster Torpedo. El propio Bernet, junto a su colega Rubén Pellejero (‘Dieter Lumpen’ y el nuevo Corto Maltés), compartirá la posterior mesa redonda con Carlos Salem, un poeta y escritor habitual del género que debuta en el cómic junto al cineasta Kike Narcea con ‘Que decidan las cerillas’ (Navona), una reescritura de su también muy urbana novela negra ‘El huevo izquierdo del talento’ (2013), protagonizada por un ‘alter ego’ perdedor enganchado a una barra de bar.  

El perseverante Raule (Barcelona, 1971), que ideó un ladrón en el barrio del Raval como protagonista del aclamado ‘noir’ ‘Jazz Maynard’ (con dibujo de Roger Ibáñez, ya trabajan en el séptimo álbum), llevaba desde el 2012 con la idea en la cabeza que ha cristalizado en ‘BCN Noire’: “Reunir a un buen número de autores nacidos en Barcelona o que vivieran en ella, porque quería que la conocieran bien, capaces de dibujar historias sórdidas o sociales de genéro negro y realista que transcurrieran en la actualidad y reflejaran el lado menos amable de una ciudad que adoro”, explica el guionista.

Una Barcelona menos actual, la de los años 70, pero no menos negra y fascinante es la que mostraba Manuel Vázquez Montalbán a través de los ojos de su detective Carvalho. Era el pasado noviembre cuando el guionista Hernán Migoya y el dibujante Bartolomé Seguí se avanzaban a BCNegra recuperando la legendaria serie policiaca con la adaptación al cómic de la primera novela, 'Tatuaje' (Norma).  

Pero volviendo a la nómina de 'BCN Noire', en ella no faltan, cada uno con su estilo, veteranos como el también escritor Andreu Martín, Enrique Sánchez Abulí (guionista de 'Torpedo'), Jorge Zentner Joan Mundet, y autores de firme pisada como Natacha Bustos, Hernán Migoya, Diego Olmos, Oriol Hernández , Jordi Lafebre, Roger Ibáñez, Homs, Enrique Corominas, Cristina Bueno, Pedro Espinosa, Sagar, Danide, Marcos Prior, Francisco Sánchez, Josep Busquet, Josep Maria Polls, Danide, Manolo Carot y Ernest Sala.

Avalado por Zanón, con prólogo de Cristina Fallaràs y portada de la dibujante Mado Peña, al álbum, tiene un ‘bonus track’: una galería de cinco ilustraciones de dibujantes que, como Pasqual Ferry y Martín Saurí, al final no pudieron participar con historieta. 

Por su parte, el argentino afincado en España Carlos Salem (Buenos Aires, 1959), prolífico poeta y novelista de eterno pañuelo a lo bucanero en la cabeza –“es que en Madrid hace mucho frío en invierno”, bromea por teléfono antes de viajar a Barcelona-, aunque se estrene ahora en la viñeta con ‘Que decidan las cerillas’, con prólogo de Antonio Altarriba y epílogo de Zanón, ya tiene otro cómic negro listo en la recámara (‘Porque la noche sabe’, con su compatriota Iñaki Echeverría).

A Poe, el protagonista poeta asiduo de las novelas de Salem, «parece que nada le importa pero sí le importa, parece que se ha perdonado pero no es así, es lo contrario del rey Midas y todo lo que toca se convierte en mierda», es, confirma el escritor, su «álter ego noctámbulo y cabrón, como yo pero en guapo y más canalla –apunta–. Vive encadenado a sí mismo y prisionero de una barra de bar y de su amor no declarado por Lola (la dueña de «un bar de locos en una ciudad sin mar»)».

Es una ciudad en la que “gente que no le importa a nadie desaparece sin más”. Pero esa gente ha pasado por el bar y Poe se convierte en sospechoso. Le rodea un puñado de personajes no menos perdedores que él, que increíblemente, revela el autor de ‘Camino de ida’, están basados en gente que conoció en barras de bar y que le contaron sus historias. “Porque la noche es propicia para contar a desconocidos cosas que no cuentas ni a tu pareja”.

Como la de una exactriz porno danesa que ganó una demanda para retirar una muñeca hinchable con las medidas de su cuerpo porque sentía “que cada noche tenía encima suyo a todos los daneses acostándose con ella”. O la de un flautista australiano, que tocaba en el baño del bar, enamorado de una músico famosa. O la de un loco que hace años se colocaba en un cruce de calles desafiando que lo atropellaran (“Algunas veces me tumbé con él –confiesa-. Hablé con asuntos sociales pero alguien me dijo que lo habían atropellado. No sé si murió”). 

Salem rompe una lanza a favor de los noctámbulos, como él mismo, como Poe y los locos que le rodean. “De noche somos quien de verdad somos. Te quitas el disfraz que llevas durante el día”.