BALANCE CULTURAL DEL AÑO

¿Ha sido 'Twin Peaks: el regreso' la mejor película del 2017?

Cineastas y creadores analizan la fascinante tercera temporada de la serie de David Lynch y Mark Frost, que ha roto todas las barreras entre la televisión y el cine

Julián García / Juan Manuel Freire

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Cuando se anunció el regreso de 'Twin Peaks', fue fácil tener sensaciones encontradas. Por un lado estaba la sensación de estar a punto de asistir a otra resurrección innecesaria de una propiedad intelectuales por razones esencialmente económicas. Por otro, la idea de ver 18 nuevas horas dirigidas por David Lynch (cuando en el original solo dirigió seis) impelía, como mínimo, a la intriga: Lynch llevaba una década sin estrenar película de ficción y había interés, incluso ansiedad, por saber qué ofrecería en el 2017 como director.

Lynch (siempre bien acompañado por el experto delineador de mitología Mark Frost) volvió a 'Twin Peaks', como cabía esperar, no para provocar la nostalgia, sino para proponer algo nuevo, muy nuevo, con su propio imaginario (del cubo de cristal al rostro de Laura Palmer invadido por el vacío) y una sensibilidad propia, menos basada en el romanticismo trágico que en una abstracción a veces fascinante y a veces, por qué no decirlo, posible test de paciencia.

El experimento, sea como sea, ha fascinado a críticos alrededor del mundo. 31 de ellos la votaron en su lista de "lo mejor del año" para 'Sight & Sound'; la revista británica de cine había animado a votar "por cualquier imagen en movimiento en cualquier plataforma". (En la misma lista aparecen votos para series como 'The Vietnam war', 'One Mississipi', 'Mindhunter'…). La serie quedó en el segundo puesto de la lista, solo por detrás de 'Déjame salir'. Y eso no es nada: en 'Cahiers du Cinéma' quedó en el primer puesto como mejor película. El debate empezó, por supuesto, rápida y calurosamente en las redes sociales: ¿'Twin Peaks' es cine o televisión? ¿O lo es todo? ¿O es otra cosa?

En estos días de cómputo y reflexión, es inevitable pensar en el 2017 como el año de 'Twin Peaks: el regreso', algo para lo que nadie estaba preparado y que posiblemente no se repita. Sería fácil hablar de "antes y después", pero lo más fácil es que quede como una auténtica rareza en el paisaje de la producción audiovisual del siglo XXI.

La conversación en torno a 'Twin Peaks' sigue, igual que sus imágenes, gestos y palabras todavía retumban en la memoria de quienes se atrevieron a entrar en la Logia Negra. Debajo, críticos, directores y creadores expresan sus sentimientos (en su mayoría muy intensos) sobre La Gran Aventura Audiovisual del 2017.

QUIM CASAS. Crítico de cine

"Como soy de los que piensan que el retorno de ‘Twin Peaks’ no es ni cine ni televisión, sino que se sitúa en un terreno expresivo que aún hay que calibrar y definir -y eso sólo lo hará el tiempo o la posible influencia que el último trabajo de Lynch ejerza sobre otros-, me parece bien que salga ganadora en algunas publicaciones como mejor película y en otras como mejor serie. Pocas veces ha ocurrido esta situación, una demostración más de que el autor de ‘Cabeza borradora’ está un paso (o dos, o tres) más allá de todo el mundo".


SERGIO CABALLERO: Director de cine y codirector del Sónar

"Lynch es un tío muy hábil que hace lo que le da la gana. Todo lo que hace es una excusa para transportarte a su mundo. Siempre estamos bajo el yugo del guión y Lynch es un maestro en salir de ese yugo. Sobre si ‘Twin Peaks 3’ es cine o televisión... Hay demasiados clichés en la ficción audiovisual. Todo está demasiado pautado y estructurado porque la gente quiere entenderlo todo, y no hace falta. Todo debería ser mucho más librey abierto. Lo audiovisual se debería plantear con la misma libertad que el arte, y Lynch es un maestro de eso".


JULIÁN GÉNISSON. Guionista y director de cine

"'Twin Peaks 3' está atiborrada de imágenes nunca vistas (el interior de una explosión atómica), ideas nunca pensadas (el mal es esférico; como no hay por donde agarrarlo siempre vuelve), nuevas amenazas ('homeless' interdimensionales que vienen a pedir fuego), y en general momentos de gran belleza (el gag acústico del ruido que cambia de origen según donde te pongas). Que sea una serie, una película troceada para hacerla más asumible, una nueva cosmogonía o la alucinación colectiva más importante de los últimos tiempos es lo de menos. Aquí todo es sagrado y peligroso y no hay nada que no sea arte".


LUCÍA ETXEBARRIA. Escritora

"Empecé a verla, pero me aburrí muchísimo. Hay que aclarar al respetable lector o lectora una cosa: yo vivo en casa con dos niños y una perra, y un teléfono que suena a todas horas, porque tengo cien mil amigos y una madre mayor que ya ha perdido la conciencia de la hora. Cuando quiero ver una película que de verdad me gusta me voy al cine, no la veo en casa porque sé que es complicado concentrarse. Por esa razón creo que no pude seguir la serie. El universo Lynch requiere de mucha atención y complicidad. Por eso creo que no me enteraba de nada. Pero mi casa no es el entorno ideal para sumergirse en universos surrealistas y psicotrópicos. Cuando Lynch vuelva al cine, me preguntas".


CARLO PADIAL. Director de cine

"Siendo 'Inland Empire' una de las películas que más me han impresionado nunca, entraba en la tercera temporada de 'Twin Peaks' ligeramente escéptico, pensando que era difícil que Lynch lograra reinventarse una vez más. Grave error: con 'Twin Peaks' logra lo impensable, algo a la altura de los grandes maestros, que es reinventarse una vez más. En esta tercera temporada logra mostrar las posibilidades de la narración televisiva del futuro, sin las espantosas ataduras convencionales que a mi juicio lastran la mayoría de series actuales. No solo eso, también quiero destacar su diseño de la posproducción de sonido. Y también el uso brillante de los efectos de posproducción visual, un uso creativo, no realista, sin respeto por la herramienta, un uso cómico y onírico, la mejor forma en la que se puede usar este tipo de herramientas".


JORDI PARRAMON. Fotógrafo y cocinero

"Los humanos somos personajes que adoramos los misterios y esto es lo que nos hace verdaderamente humanos. Lynch lo sabe y nos invita en esta tercera temporada a que pasemos el resto de nuestras vidas buscando a Laura Palmer (y a quien la mató). Insiste en mantenernos en nuestra condición de humanos. Acercarse a su mundo en busca de respuestas es como acercarse a la vida intentando entenderla en vez de vivirla. Un absurdo. Su cine (su arte) no tiene sentido, está hecho para que lo vivas. Nos dice que para conocer la verdad uno debe liberarse del conocimiento establecido y que nada es más poderoso y creativo que el vacío"


BORJA COBEAGA. Director de cine

"El episodio 8 de 'Twin Peaks' es lo más parecido a videoarte que se ha emitido en televisión si exceptuamos algunos especiales de 'Metrópolis' de La 2 y el programa infantil de 'Planeta Imaginario'. Una buena parte del metraje del capítulo transcurre en el interior de una bomba atómica y solo vemos partículas moviéndose por la pantalla sin cesar. Entiendo que haya gente que odie esta tercera temporada. Me parece normal. Pero esta serie es lo que más me ha hecho reír y más me ha aterrado en los últimos años. Probablemente la misma escena me daba risa y miedo a la vez. Una vez vista es complicado seguir otras series. Ninguna sorprende ni apabulla tanto".


ÁNGEL SALA. Director del Festival de Sitges

"Lynch realiza una demolición completa de la narrativa clásica (y también de las vanguardistas) a través de un bucle que diáloga con la referencia y crea un discurso que tiende a manifestarse. El realizador diáloga con su propia filmografia (sobre todo 'Cabeza borradora', 'Fuego camina conmigo' o 'Inland Empire') derribando fronteras entre formatos audiovisuales creando una obra a descifrar entre las brumas de un sueño radioactivo más allá del sueño, una purificación de las imágenes en el ya mítico episodio 8. Al final nos queda el grito de una Laura Palmer posible, un enigma encerrado en muchos otros, la insoportable levedad de un 'mcguffin' enfrentado a su mutación eterna. No es una serie, ni es cine, sino pura ficción desencadenada".


CÉSAR CAPILLA. Actor y doblador

"Un bajo y un teclado. La melodía que me transporta a una realidad alternativa, a mi mayoría de edad, a un cuarto de siglo atrás… ha vuelto. A 'Twin Peaks'. Hablar con lógica de la tercera temporada y de Lynch es de todo menos lógico. Un artista que basa su creación en lo onírico, en el inconsciente, en las pulsiones guardadas bajo cuatro llaves en algún oscuro lugar de nuestros recuerdos, en sonidos que conectando con el hipocampo nos generan, en el mejor de los casos, desasosiego, es difícil de etiquetar y analizar desde la razón. Para mí, esta serie es como su autor: experiencial. No me digas si te gusta, dime si te mueve. Si un escalofrío te recorre la piel, si se te remueven las tripas, si sientes una sensación incómoda (aunque no sepas ni el por qué) y aun así, quieres volver a verla, ya estás atrapado en su cabeza (borradora, claro)".


SANTI CARRILLO. Director de la revista 'Rockdelux'

"La música en 'Twin Peaks' es como el suspiro que acompaña un momento de dicha. Angelo Badalamenti puso los cimientos melódicos de una nostalgia que todavía no hemos vivido. Es el retrofuturismo sin fecha de caducidad que embriaga nuestros sentidos con el buen gusto musical de David Lynch, selector de frecuencias y de tendencias fantasiosamente creíbles, tenebrosamente misteriosas. Es la 'musique d'ameublement' que endulza un mundo onírico entre la 'performance', la pesadilla y el delirio de un genio".


VELASCO BROCA. Director de cine

"¿Es 'Twin Peaks T-3' una serie o una película? Mira, solo sé que es nuestra mejor amiga. Porque cumple las promesas de hace 25 años. Porque es leal dentro del estruendo de tantos universos paralelos. Porque es honesta en lo digital (y esto en sí ya es mucho). Porque es respetuosa aún cuando viene del futuro y tiene mil razones para no serlo. Porque es desinteresada al definir el bien a través del bien. Porque sabe escuchar en el vacío cósmico. Porque siempre estará ahí para nosotros . Y, maldita sea, porque nos ha hecho evolucionar".


ENRIQUE LÓPEZ LAVIGNE. Productor cinematográfico

"Toda la obra de Lynch es, para mí, una matrioska que se mueve de forma aparentemente inconexa por un universo formal que baña en lo onírico en el universo de los sueños que uno va construyendo como un puzle película a película, capítulo a capítulo, sin reparar en que descubriremos las claves en la siguiente entrega. Por eso lo más fascinante de esta tercera temporada no está en el final inconcluso o inconexo, sino en adivinar su siguiente movimiento. Qué capítulo encerrará las claves de esta historia sobre aquello que no ve el ojo humano, lo que permanece oculto, los misterios de la vida real. Para mí todas las claves están en el capítulo 8, en esa bomba atómica que es, por méritos propios, historia de la televisión. Aquí está todo Lynch, sus profecías que, como en Nostradamus, solo se aclaran cuando suceden. El misterio de la televisión en la era en que esta ya no existe como tal. Esto no va del agente Cooper sino de Bob. Lo oculto se ha impuesto y ha ganado finalmente la partida. Viva 'Twin Peaks', la nueva ficción es esto. A partir de ahora nada volverá a ser igual".