CRÍTICA DE CINE

Crítica de 'Saw VIII': sin razón de ser

Esta octava entrega no está entre las peores películas de la serie, pero al mundo no le hacía ninguna falta que 'Saw' volviera

Nando Salvà

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A lo largo de sus primeras siete entregas, la saga 'Saw' popularizó una formula hecha de elaboradas trampas mortales, 'gore' tremebundo -extremidades cortadas, cuellos seccionados, cadáveres carbonizados-, insufrible moralismo y un nivel casi autoparódico de enrevesamiento narrativo. La octava no se aleja en absoluto de la fórmula, y por tanto sus intentos de sorprendernos y provocarnos resultan entre cómicos y patéticos. Cierto que no está entre las peores películas de la serie: es una de las menos flagrantes en su falta de imaginación y de las visualmente menos toscas, y usa la casquería con relativa mesura. Pero eso no cambia nada: al mundo no le hacía ninguna falta que 'Saw' volviera a la vida.