INFORME ANUAL DEL CONCA

El termómetro de la cultura

Conca critica la falta de compromiso presupuestario, la parálisis provocada por el 155 y lamenta que en el 2016, tras un tímido repunte, el gasto en cultura de los catalanes volvió a caer

Teatro municipal de Arenys de Mar.

Teatro municipal de Arenys de Mar. / periodico

Ernest Alós

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El informe anual sobre el estado de la cultura en Catalunya que elabora el Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (Conca) ha mirado hacia atrás este año, haciendo balance del impacto sobre el sector de los 10 años que han pasado desde el inicio de la crisis. Y su conclusión es que hay una relación directa, evidente, entre el gasto público en cultura y la vitalidad de las empresas y el consumo de las familias en el sector privado; que la recuperación de este gasto, tras perder un 30% durante los años de la crisis, se ha estancado, ya en los presupuestos del 2016; y que este estancamiento ha arrastrado también el consumo cultural de los catalanes. Aunque se hable de recuperación, las cifras sorprenden y demuestran que el gasto en cultura y espectáculos de los ciudadanos cayó, no ya en este año tan excepcional sino ya en el 2016. “Las expectativas de crecimiento no se han consolidado”, ha lamentado el presidente del organismo consultor de la Generalitat, Carles Duarte.

El gasto total de las familias en ocio, espectáculos y cultura bajó hasta los 5.041 millones de euros en el 2013, para ir remontando hasta los 5.468 en el 2014 y los 5.624 en el 2015; sin embargo, pinchó en el 2016, bajando hasta los 5.273 en el 2016, y las perspectivas en el 2017 no son mejores ya que la cultura funciona, ha puntado Duarte, como "termómetro"·de la sociedad catalana . Aunque la vicepresidenta del Conca, Gemma Sendra, ha reconocido que parte de este efecto puede ser debido a que la crisis ha llevado a desarrollar actividades “con espacios y costes más pequeños”.

La suma de los presupuestos dedicados a la cultura por todas las administraciones catalanes pasó de los 1.251 millones de euros del 2010 a los 822 millones en el 2013, el punto más bajo, con una leve recuperación que ha llevado a los 900 millones del 2015 y a los 904 millones del 2016. El 58% de estos fondos, además, van a cargo de los ayuntamientos, a lo que se tiene que añadir el 12% de las diputaciones y consejos comarcales. En cambio, la aportación de la Conselleria de Cultura es del 28% y la del Gobierno central, solo del 2%.

Este gasto público supone una inversión por habitante de solo 122 euros. “La mitad que en Finlandia o una cuarta parte que Noruega o Luxemburgo, países que han decidido que la cultural sea un elemento de identidad y crecimiento”, ha denunciado Gemma Sendra. La vocal del Conca Isona Passola ha reclamado a los partidos políticos catalanes que se comprometan a que la inversión pública en cultura alcance el 2% de los recursos públicos, en lugar del 0,7% actual

El 155

Hablando de “situación excepcional”, Carles Duarte, con un lazo amarillo al igual que la vicepresidenta del organismo, ha destacado que la intervención del Govern de la Generalitat a través del artículo 155 de la Constitución, ha paralizado la acción pública y “limita” la actuación de las instituciones culturales del país. Según Sendra, el descabezamiento institucional y la intervención del gasto dejan al sector público "sin capacidad ni agilidad para cumplir con las propuestas culturales".

Aunque este año en la presentación del informe han tenido un peso específico los datos sobre las dimensiones y evolución del sector cultural, el informe contiene diversas propuestas, objetivos y demandas dirigidas a los partidos políticos y las instituciones públicas. A los primeros, el presidente del organismo les ha reclamado que conviertan la cultura en una prioridad “sea cual sea” el modelo de país y de relación con el resto de España que apoyen. “Si tenemos que progresar será con la cultura y el conocimiento, no lo lograremos ni con el petróleo ni con minas de diamantes”, ha apuntado Duarte.

Sendra ha hecho un punto de autocrítica al reconocer que, para defender el mantenimiento de los presupuestos de cultura en un momento en que las restricciones de las arcas públicas amenazaban con convertirlos en una apuesta secundaria en tiempos de crisis, se ha hecho demasiado énfasis en la aportación a la economía del país de un sector en el que “cada euro invertido genera cuatro”. Es necesario, ha argumentado, volver a dirigir la vista también al papel de la cultura en la educación, formación de valores y creación de un espíritu crítico.

Reivindicaciones

Entre las reclamaciones del Conca figuran algunas reivindicaciones constantes, como el establecimiento de un marco que facilite el mecenazgo o el establecimiento de un estatuto del artista que asegure la dignidad laboral de los creadores. Aunque la reducción del IVA del 21% al 10% para los espectáculos en directo se considera una victoria parcial, se considera un objetivo irrenunciable que en el futuro también se beneficie un sector como el cine y que, más allá, el IVA reducido del 4% del que ahora se beneficia el sector del libro acabe extendiéndose a todas las actividades culturales. El organismo también destaca que la diversidad cultural de Catalunya no se ve aún suficientemente reflejada en las programaciones culturales y las políticas de atracción de nuevos públicos.

En el diálogo posterior, el consultor Antoni Laporte ha alertado de que la retracción del turismo tras el atentado de agosto y las tensiones de este otoño, un impacto que en ciudades que han sufrido hechos similares ha tardado hasta dos años en absorberse, provocará un descenso notable en la asistencia a espectáculos y, sobre todo, a los museos catalanes.