'President' y 'presidenta', los dos a la vez

A base de información, buen olfato, y sus proverbiales dotes como videntes, en Polònia (TV-3) Polòniaya han resuelto el misterio de las elecciones del 21-D. Acaban de anunciar y proclamar la nueva presidencia de la Generalitat, que será bicéfala: Carles Puigdemont será el president desde Bruselas, y <b>Marta Rovira</b> la<i> presidenta </i>desde Barcelona. ¡Ahh! El Mag Lary se debe de haber quedado de una pieza. Un número de ilusionismo tan perfecto no lo habíamos visto ni en el acreditado Memorial de Magia Li-Chang. Va a ser apasionante. Un hermosa recreación de los Gegants del Pi, pero esta vez con el factor trashumante añadido, es decir con Elisenda en Catalunya y Mustafà en Bélgica. Aunque en el sketch de Polònia hemos visto algunas reticencias y desconfianzas entre Rovira y Puigdemont acerca de esta Generalitat con dos presidents a la vez, la fórmula demuestra una notable imaginación y un gran sentido escénico.

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Precisamente Marta Rovira estuvo el sábado en Preguntes freqüents explicando esta curiosísima estrategia. El abnegado Ricard Ustrell no se aclaraba y le rogaba que se lo explicase mejor. Le decía: «Me estoy liando, me estoy liando un poco. A ver, entonces ¿el president quién será?». Y la señora Rovira le contaba que esto va de bloques, el bloque bueno, que son ellos, y el bloque malo, que lo identificó como los del 155 y los golpes de porra, y que claro, en el bloque de los buenos los objetivos son los mismos aunque vayan con listas diferentes... Hombre, estoy con Ustrell; un poco difícil de entender lo es. Pero si este golpe de magia y de ilusionismo de primera lo combinamos con la fe, no me cabe la menor duda de que el número va a ser un éxito.

¿Y A QUIÉN OBEDECERÁ TV-3? .- Este bicéfalo paisaje dibujado por Polònia a nuestro canario flauta Papitu le inquieta. Si hay dos presidents, dos estructuras de presidencia, ¿a cuál de las dos obedecerá el director de TV-3? Va a ser tremendo. Papitu siente por Vicent Sanchis una ternura inmensa. Está preocupado por él. Llegó al cargo puesto a dedo, de sopetón, dicen que elegido a toda prisa por Artur Mas en una reunión desesperada en la que no estaba Puigdemont. Y Vicent, sin conocer la tele más que como guionista ocasional, tertuliano de trinchera y un breve paso por Barça TV, aceptó con una voluntad de servicio, y de sacrificio, enormes. ¡Ahh! ¡Ánimo, Vicent!