NOVEDAD EDITORIAL

Nickolas Butler muestra cómo sobrevivir a un campamento scout

El autor de 'Canciones de amor a quemarropa' publica su segunda novela, 'El corazón de los hombres'

El escritor estadounidense Nickolas Butler.

El escritor estadounidense Nickolas Butler. / periodico

Elena Hevia

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Aunque algunos críticos le hayan reprochado ser un tanto anticuado y sentimental, es indiscutible que Nickolas Butler es un certero escritor aunque lo sea al viejo estilo y con temas como el de las amistades masculinas a lo largo de los años, como en una película de John Ford. Butler, alto, grande y un algo inocente en sus maneras, agradece la comparación cinéfila. A sus 39 años, el éxito de su primera novela 'Canciones de amor a quemarropa', convertido en un título de culto en España, le ha permitido comprar ese deseado rancho en su Wisconsin natal –el sueño de cualquier cowboy- y compartirlo con su esposa y sus dos hijos, después de haber pasado por mil y un trabajos de esos que dan lucimiento a un currículo: vendedor de hot dogs, gerente de un hotel, dependiente en una licorería y en un tostadero de café.

Estos días, ya con el marchamo de escritor, ha estado en Barcelona para presentar 'El corazón de los hombres' (Asteroide), su segunda novela, que ha sido recibida con el mismo entusiasmo que la anterior. Con ella vuelve a transitar por la monotonía paisajística de Wisconsin, aunque en esta ocasión la compleja amistad se inicie en un campamento de boy scouts en los años 60, con el habitual aliño de la crueldad infantil. “En el origen de este libro está la lectura de 'El señor de las moscas' de William Golding, un clásico sobre ese tema, pensé que sería interesante escribir un libro sobre cómo los niños que se maltratan entre sí se convierten en hombres que también lo hacen y un campamento de scouts era el lugar perfecto".

Buenos amigos

 Butler discrepa de la palabra 'rancho' para hablar de su nuevo hogar porque no se dedica a plantar nada y menos a criar ganado pero el caso es que es propietario de 16 acres , desde donde se puede dar el gustazo de no preocuparse por el más remilgado ecosistema literario neoyorquino. "Es que mis novelas no casan con un distinguido cóctel en el que los invitados compiten por ser el más irónico. Vivo alejado de todo eso, llevo una vida normal con mi esposa, mis dos hijos y unos amigos que se burlarían de mí si empezara a darme aires". Aunque apoyó a Bernie Sanders, comprende por qué muchos de sus vecinos, presumiblemente, han votado a Trump: "Él les prometió que el gobierno iba a ser más pequeño y cercano, y aunque ellos saben que no va a cumplir esas promesas, han pensado que podría ser un bomba que estallara en Washington para que las cosas cambiaran".

"No pretendo decirle a la gente cómo debe comportarse, pero creo que la moral es un tema de lo más actual" 

El día a día de los boy scouts lo conoce de primera mano. Fue a un campamento desde los 7 hasta los 17 y guarda buenos recuerdos, nada que ver con el acoso que sufre el protagonista de su historia. Comprende cuando se le dice que el cuerpo de scouts, con su parafernalia militar y sus valores añejos, puede despertar suspicacias. "Hoy es extraño para mí y para cualquier estadounidense del siglo XXI. Surgieron como una forma de entrenar a futuros líderes del país, lo que ocurre es que ahora no se sabe bien qué valores exactamente deben tener los líderes. La parte militar puede ser un poco sospechosa pero en el origen no era así y quizá las reticencias vengan del hecho de que después de la segunda guerra mundial, Estados Unidos se embarcó en conflictos poco claros”. Eso y el hecho de que las chicas solo podrán ser miembros de pleno derecho hasta dentro de dos años no los convierte en un dechado de progresismo. 

Una novela decente

Es consciente de que su novela va, en cierta manera, a contracorriente. En un momento en el que el debate feminista está en el centro del discurso social, él ha dedicado una novela a lo que significa ser hombre, además su planteamiento moral parece no estar en sintonía con muchas de las historias más desencantadas y cínicas que se escriben ahora: “No pretendo decirle a la gente cómo debe comportarse, pero creo que la moral es un tema de lo más actual. No pasa de moda porque son preguntas que nos hemos venido haciendo hace miles de años”. Si hubiera que definir el argumento podría decirse que esta es una historia sobre cómo alguien decente intenta abrirse camino entre gente que no lo es: "No creo que escribir algo así sea cursi. Educar a dos niños me ha hecho replantearme cuestiones sobre qué valores trasmitir y cuáles te exiges a ti mismo".