CRÓNICA DE MÚSICA

Primavera Club, del muro de ruido al susurro pop

Hubo de todo para casi todos en la primera jornada del festival de las nuevas promesas

Concierto de Gold Connections en la sala Apolo, dentro del Primavera Club

Concierto de Gold Connections en la sala Apolo, dentro del Primavera Club / periodico

Juan Manuel Freire

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Más intrigante que saber cómo se las arreglarían Girl Ray en vivo o qué clase de vestimenta traería la líder de Starcrawler era descubrir cómo había quedado La (2) después de meses de obras. Y aunque todavía faltan últimas manos de pulido, está claro que el cambio es para mucho mejor: más espacio, más luces, más definición en el sonido… Y más volumen, también, o eso pareció durante la ensordecedora actuación de Sex Swing, especie de supergrupo 'underground' en el que miembros de los grupos ruidistas Dethscalator y Part Chimp o los 'krautrock' Mugstar se marcan un amenazador muro de sonido resquebrajado por latigazos de saxo improvisador.

Fue así como algunos comenzamos, echando de menos los tapones, la primera jornada de Primavera Club para este año. Al lado del 'noise' de Sex Swing, el rock’n’roll pretendidamente salvaje de Starcrawler sonaba a pasatiempo infantil. ¿Qué clase de vestimenta traía su líder, Arrow De Wilde, hija de la famosa fotógrafa Autumn De Wilde y un batería de Father John Misty? Pues la clase de camiseta que visten las últimas supervivientes de una película de cuchilladas y unos calzoncillos estilo Walter White con coquilla incorporada. En cuanto a imagen y actitud, al menos, Starcrawler estuvieron a la altura de ese pequeño hype que se ha organizado a su alrededor.

También hay ciertas esperanzas alrededor de Gold Connections, el proyecto indie rock de Will Marsh, quien hace unos años grabó un álbum con Will Toledo (cabecilla de Car Seat Headrest) y solo hace poco empezó a airear el repertorio. Es decir, si el viernes sonó tan sólido, es porque un pobre novato tampoco es. Convenció con la garajera 'Isabel', que no habla sobre una mujer en concreto sino sobre el escurridizo amor en general; la compleja pero contagiosa 'Faith in anyone', o su asalto al 'Friend of the devil' de The Grateful Dead.

Y del rock ácido al afrofuturismo: así de salvajes son los contrastes en el Primavera Club. PAULi puede recordar a Sampha (del que ha sido telonero) y FKA twigs (ha dirigido musicalmente sus directos), pero no tiene la intuición melódica de uno ni el carisma escénico de la segunda. Se atrevió a hacer un directo-karaoke, disparando pistas sobre las que cantaba sin especial autoridad. En suspense.  

La cháchara ahogó

Cerca de la medianoche, podían palparse ganas de acción en la renovada La (2), pero Girl Ray tenían una idea diferente: exhibir medios tiempos pop de voz segura pero poco estruendosa. La cháchara ahogó canciones herederas del movimiento C86 como 'Ghosty', 'Preacher' y el 'hit' 'Stupid things', que, todo sea dicho, pudieron tocar con más garra. El trío femenino (en vivo cuarteto, se suma teclista-guitarrista) subió en la recta final con 'Trouble' y una 'A few months' que culminó en simpática 'jam session'.

DBFC, el equipo electro-rock formado por David Shaw (David Shaw And The Beat) y el productor Dombrance, sabían lo que la gente quería a esas altas horas: ritmos a piñón fijo, a veces de herencia kraut ('The ride'), y crescendos épicos, y estribillos que aunque no conozcas te resultan familiares. También para levantar el puño en alto, pero con pogo incluido, estaban Medalla, quienes sorprendieron con la contundencia de su rock con vistas a punk, metal y rock progresivo.