INDEPENDENCIA Y EDICIÓN

Una capital editorial en suspenso

Barcelona y Catalunya exhiben una capitalidad editorial que está en el alero en un `stand¿ conjunto en la Feria del Libro de Francfort

El pabellón conjunto de Catalunya y Barcelona en la Feria del Libro de Fráncfort 2017.

El pabellón conjunto de Catalunya y Barcelona en la Feria del Libro de Fráncfort 2017. / periodico

Ernest Alós / Fráncfort

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Si la declaración de independencia de Catalunya, declarada del totdo, a medias o nada, está en suspenso, no es menor la incertidumbre que pesa sobre la hasta ayer indiscutible capitalidad editorial de Barcelona, que el pabellón conjunto de las administraciones catalanas exhibe con el tema ‘Catalonia, land of books, Barcelona, city of literature’. Y eso se nota en cada conversación en la Feria del Libro de Fráncfort: cada una de las decenas de citas que los editores desplazados a la ciudad alemana tienen con colegas de otros países empieza con 'la' pregunta. “Hemos dicho a nuestro equipo que pongan un límite al tiempo que dediquen a hablar de la situación, porque venimos a hablar de nuestros libros”, dice Izaskun Arretxe, responsable del área de literatura del Institut Ramon Llull.

Pero no parece fácil. El Grupo Planeta anunció que si el presidente Puigdemont hacía una declaración de independencia, trasladaría su domicilio social a Madrid: lo hizo tras escuchar su discurso. Pero como con la situación general, aún más posibles medidas en suspenso. El traslado solo afecta al hólding del que dependen las sociedades participadas de Planeta, y los equipos editoriales de la división de libros del grupo seguirían trabajando en la sede de la Diagonal. “Si los empleados y la actividad siguen en Barcelona el efecto sobre la capitalidad editorial sería relativo”, se consuela un editor que no quiere ser identificado. “La capitalidad editorial ayer se movió”, sentencia, más pesimista, otro. Pero, según como evolucione la situación, no se podría descartar nuevos traslados de sucesivas sociedades; una duda a aclarar en la comparecencia de los responsables del Grupo Planeta el próximo sábado. "Utilizamos la riqueza editorial de Barcelona como argumento para ser declarada ciudad literaria de la Unesco -dice Marina Espasa, comisaria de este programa municipal- y que se marche uno de sus pilares no es una buena noticia. Aunque creo que todo se ha precipitado mucho y es necesaria más tranquilidad".

"En el caso de que haya cambios"

Casi todo en suspenso. Como la decisión de Penguin Random House, el segundo grupo editorial en castellano, con sede en la Travessera de Gràcia. Controlado en un 75% por la alemana Bertelsmann, ha apuntado que “analiza la situación” y “en el caso de que haya cambios” en el marco legal tomará “todas las medidas necesarias” para proteger “los intereses de autores, lectores y empleados”. Más suspenso. Aunque en este caso, como en general está sucediendo con las empresas de capital europeo, se está a expensas más que de declaraciones, de realidades concretas.

“Las empresas quieren seguridad y certeza, que no existan no es bueno para el negocio”, apunta el presidente del Gremi d’Editors de Catalunya, Patrici Tixis. Un caso especial es el de las agencias literarias, presentes en masa en Fráncfort. No se anuncia ni atisba ningún traslado inmediato, pero sí movimientos de cuentas bancarias para tranquilizar y asegurar el cobro de los derechos de autor a sus clientes. “Nosotros recibimos el dinero de las editoriales y ese dinero, tras descontar nuestra comisión, no es nuestro, y los autores no deben correr riesgos de que en determinadas circuntancias no se lo podamos liquidar de forma inmediata”, apunta el responsable de una agencia barcelonesa.

"Todos nos preguntan cómo hemos llegado hasta aquí"

Y en cuanto a las conversaciones con los editores extranjeros... “Nos preguntan cómo hemos llegado a esto, todos han estado en Barcelona, han visto que es una ciudad privilegiada y de convivencia, y no entienden nada. Los franceses, alemanes o italianos están totalmente en contra, e interpretan el independentismo como un populismo 3.0 similar a los de sus paises”, diceun editor, que define a sus colegas de otros paises como "atónitos". “Pero al mismo tiempo, no entienden que Rajoy no haya hecho nada y que cuando haya hecho algo haya sido enviar la Guardia Civil,  y les repugnan las escenas que han visto de violencia policial”, añade un colega veterano. "Estupefactos", se le manifiestan los editores extranjeros con los que ha departido. "No es fácil explicar la situación, porque nada es obvio", añade.

Dando vueltas a la feria

<strong>El reparto entre el libro impreso y el digital se consolida. </strong>El consejero delegado de Penguin Random House, Markus Dohle, dio una conferencia de tono optimista en la inauguración de la feria, y hoy se ha reafirmado en una especie de arenga a su equipo. En su opinión, el crecimiento de la lectura infantil y juvenil, el audiolibro y los mercados emergentes (Brasil, y los 100 millones de indios angloparlantes) ofrecen buenas perspectivas internacionales. Su análisis: se ha "estabilizado" un reparto del mercado entre el 80% para el libro impreso y el 20% para el digital, "exactamente lo contrario de lo que decían hace unos años".