DOBLE RETO EN LA SCHUBERTIADA

Impactante 'Winterreise' de Christoph Prégardien

El tenor cierra la gran semana del 'lied' en Vilabertran con una conmovedora inmersión en el ciclo de Schubert, mientras el Quartet Casals completa su integral de los cuartetos de Beethoven

Christoph Pregardien y el pianista Malcolm Martineau, en la Subertiada de Vilabertran.

Christoph Pregardien y el pianista Malcolm Martineau, en la Subertiada de Vilabertran. / Martí Artalejo

César López Rosell / Vilabertran

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Final de la semana grande del lied en la Schubertiada de Vilabertran, con el tenor Christoph Prégardien interpretando junto al maestro Malcolm Martineau  el ‘Winterreise’ (Viaje de invierno) de Schubert, y también con última entrega de la integral de los cuartetos para cuerda de Beethoven, hazaña que el Quartet Casals ha culminado con un rotundo éxito. Todo ofrecido en una jornada de una gran intensidad. Por si fuera poco. Jaume Graell, miembro del patronato que mantiene en pie este selectivo festival, quiso rendir homenaje en nombre de todos a Jordi Roch al cumplir los 25 años de una muestra que él impulsó, según dice “por casualidad”, pero que se ha convertido en un emblema cultural de Catalunya y fuera de nuestro país. Roch, agradeció este tributo reivindicando el valor de la poesía y de la música como valor universal que ayuda a “sublimar’ momentos como los que estamos viviendo.

La madurez del festival

El director del festival agradeció a “la inmensa minoría” del público que ha respaldado esta apuesta su lealtad en estos años. “Seguiré aprendiendo mucho junto a vosotros”, dijo después de recordar que entre todos han hecho posible que la Schubertiada alcanzara la calidad que ha atesorado hasta llegar al máximo punto de madurez de esta edición. Puso como ejemplo la interpretación del emblemático ciclo que iban a ofrecer Prégardien y Martineau. La actuación de los dos artistas cumplió, efectivamente, con  todas la expectativas y, al final del recorrido por los 24 ‘lieder’ del caminante que huye de un doliente desengaño amoroso, los sacudidos espectadores acabaron rindiéndose a los protagonistas de la velada, pero de un modo especial al cantante que superó con nota las dificultades vocales y dramáticas de este helador viaje.

Problemas con la temperatura

Hasta seis veces tuvieron que salir a saludar los dos artistas para responder a las incesantes aclamaciones. El esfuerzo había valido la pena. Y eso que Prégardien, con su aire de predicador, acabó con su camisa bañada de sudor a causa del intenso calor húmedo que invadía el templo. Este es un problema que hay que intentar resolver en el futuro porque ni el tenor lírico alemán ni sus antecesores son los Kilian Jornet de la lírica, dispuestos a superar todas las pruebas de resistencia, además de la de interpretar con rigor y sensibilidad sus repertorios, que les pongan por delante.

El tenor hizo un ejercicio de contrastado control vocal, con perfectas transiciones de graves a agudos y un total dominio del estilo. Los diferentes estados de ánimo del desolado caminante enfrentándose a la dureza climática del invierno y a su terrible soledad (‘Einsamkeit’)  encontraron siempre la expresión precisa  Un fraseo de primera y una gran musicalidad presidieron una actuación que no es comparable a otras porque sencillamente es la suya. Transmitió emoción a raudales desde el inicial ‘Gute nacht’ hasta el ‘Der leiermann’ final. La bellisima versión de ‘Der lindenbaum’ (’El tilo’) y su desesperanzada visita al cementerio ( ‘Das wirtsthaus’) fueron otros momentos de su impactante actuación.

El Quartet Casals, por su parte, culminó por la tarde la ascensión a su Everest musical de la integral de Beethoven con los cuartetos número 2 opus 18/2, el 16 opus 135 y el  número 13, opus 130, coronado con una deslumbrantel ‘Gran fuga, opus 33’. Un nivelazp que Roch no dudó en calificar como “el del mejor cuarteto del mundo”.