UN MISTERIO SIN RESOLVER

'Bearn', ¿en castellano o en catalán?

Llorenç Villalonga.

Llorenç Villalonga. / periodico

Ernest Alós / Barcelona

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En la correspondencia inédita de 1961 con sus editores Joan Sales y Núria Folch, entre los mil y un giros de la endemoniadamente tensa gestación de la primera edición de 'Bearn' en catalán, Llorenç Villalonga dejaba caer un pasaje que le definía perfectamente. Recordaba las visitas de los tiempos de su infancia, "ben vestides, correctes, estereotipades, previstes, mentideres, ensopidores, delicioses". Cuando alguien alertaba de la llegada de las visitas, su padre se encerraba en el despacho, su madre corría a pedir que dijeran que no estaba en casa, su hermana se peinaba, él se escondía para curiosear. Si los intrusos entraban en la casa, su madre, "que no havia tengut temps de dir que 'no hi era', apareixia sonrient i encisadora". Allí empezaban las mentiras. "Tot quan es deia era fals". Cuando las visitas se iban, su madre se volvía a transfigurar. "El capell acabat d’alabar era una bírria, el marit de l’encapellada, un beneit, etc". "A on residia la veritat?", se pregunta Villalonga. Todo era cierto y no lo era, se responde

La editorial Malpaso acaba de recuperar el 'Bearn o la casa de las muñecas' editado en el 2009 por José Carlos Llop y David Martínez Copé a partir de la primera versión publicada de la obra, en castellano (1956). De nuevo acompañada del prólogo de Llop que argumenta que esa es la versión original del libro, y que la publicada en catalán en 1961 no sería más que una traducción de aquella. Un equívoco que el testimonio del autor, no más fiable que su madre ante las visitas de compromiso, no ayuda a cerrar de forma conclusiva.

A Llop no le caben dudas de que el manuscrito en catalán depositado en la Fundació Llorenç Villalonga desde el año 2010 "es posterior a un manuscrito original en castellano", no conservado.  "Es un misterio de una importancia relativa -o no- pero existir, existe, y explica, una vez más, el juego al que Villalonga sometía a su principal personaje  -él mismo- en su particular sala de muñecas: su obra literaria". Una sala de muñecas que acaba vacía tras la incineración de todos los documentos comprometedores para los señores de Bearn. 

Carrera en castellano en los años 40 y 50

Llop apunta que, dejada atrás su ópera prima, 'Mort de dama', "sus esperanzas pasaron durante años por el castellano como lengua literaria, aunque no lo dominara del todo", y recuerda que tras el fracaso del 'Bearn' castellano en los premios Nadal y Ciudad de Barcelona de 1956 (derrotado en el primer caso por 'El Jarama'), que parecía dejar claro que la literatura contemporánea iba ya por derroteros muy distintos, reincidió en 1958 con el 'Desenlace en Montlleó' en el Ciutat de Palma.

Además, que según el propio Villalonga la concepción de la novela se situase en 1936 o 1937, cuando el escritor vestía el uniforme de Falange y utilizaba el castellano en sus artículos, en sus alocuciones radiofónicas e incluso en su diario, hace, para Llop, menos verosímil el 'Bearn' original en catalán antes de que su autor viese una segunda oportunidad, de la mano de Joan Sales, en el seno de la literatura catalana.

Personas muy próximas a Villalonga, como Jaume Vidal Alcover, sostuvieron en cambio que el 'Bearn' en castellano es una traducción de un original en catalán escrito en los primeros 50, encallado por las reticencias de la editorial Selecta a los mallorquinismos del autor, y que el escritor mallorquín requirió incluso ayuda para traducirlo al castellano. Otros, como Baltasar Porcel, defendían lo contrario. "No creo que Baltasar Porcel tuviese ningún interés en que 'Bearn' estuviese escrito en castellano, y tampoco lo tengo yo, pero sí hay gente que tiene mucho interés en que uno de los clásicos de la literatatura catalana del siglo XX fuese escrito en catalán; siempre ha habido una especie de conjura para evitar la consideraciónde Villalonga como un escritor fuera de la literatura catalana", responde de nuevo Llop.

La correspondencia con Sales

Frente a las tesis de Llop se puede leer el prólogo del autor a la edición de 'Bearn' en Club Editor de 1961. "'Bearn' va ser escrit en català l’estiu de 1945 i guardat dins un calaix. El 1956, un editor local s’arriscà a publicar-ne una traducció castellana", se puede leer. Una "malaurada traducció", añade, de "l'original català". "Fou traduïda al castellà", insiste.  Un prólogo del que, en carta a Sales, el autor dice que "resulta molt bé" pero del que reniega en carta a Baltasar Porcel (el cotejo de las cartas a los Sales/Folch y a Porcel muestra un grado de doblez de los dos escritores mallorquines fuera de medida). 

A falta de una prueba de cargo en sentido contrario, la palabra del autor debería tener un peso concluyente. "Que después, con lo camaleónico que era, le interesara hacer pasar el texto en catalán como el original ante Sales pero que estuviese escrito en castellano es una posibilidad muy grande. Es un hombre que se reinventa varias veces a lo largo de su vida; en ese momento tampoco tiene nada que ver con el Villalonga frívolo de los años 20 y 30. Todo el personaje reposa sobre una personalidad que es falsa", alega Llop.

 "Villalonga era muy falso y manipulador. Su historia es la de alguien que quiere vivir ciertas pasiones en la vida y en determinado momento decide renunciar a ciertas cosas", añade Raül David Martínez Gili, que dedicó a Villalonga una tesis doctoral que no llegó a defender y que espera a ser publicada como libro ('Ordre i desordre. Revolució, transgressió i sexualitat en l’obra de Llorenç Villalonga').

La "única" obra castellana

La correspondencia inédita que mantiene Villalonga con Sales no es concluyente, pero parece mucho más compatible con la tesis del 'Bearn' catalán. Durante las cartas que se cruzan en 1961 tratan de la traducción al catalán de 'El Gatopardo' y de la citada novela 'Desenlace en Montlleó'; en este último caso, en todo momento se hace explícito que está escrita en castellano, aunque el escritor advierte que la traducción será rápida por la existencia de una versión previa, inacabada ("quasi la meitat") y en bruto, en catalán. "La meva única obra castellana", dice Villalonga, que en cambio en todo momento habla del manuscrito en catalán de 'Bearn' sin hacer alusión alguna a que se haya traducido de la que califica como "versió castellana" de 1956.

"Hay autores de quienes te puedes fiar de lo que escriben, pero él es como el gato, y los otros, la pelotita con la que juega", alega Llop. "Li prego olvidi que el Bearn fou presentat al Premios Barcelona. Jo també ho tenc olvidat. És a dir, l’hi vull tenir", le escribe también Villalonga a Sales. ¿Hasta qué punto llega el olvido?

"En todas las obras de Villalonga hay espacios, como la Sala de les Nines o la Biblioteca del Papa, que guardan un secreto", recuerda Martínez Gili. Sean "heterodoxias sexuales", cambios de chaqueta políticos o papeles desaparecidos.

Algunas perlas de la correspondencia de Villalonga con Sales y Folch

<strong>Sobre Odín</strong> (seudónimo de Baltasar Porcel)<strong>:</strong> "Ell està encara a l’edad de la dignitat màxima. Per altra part és sensible i sofreix després d’una enrabiada. Ja és tard per pegar-li, però fa sis anys necessitava llenya i vaig estar a punt de demanar permís al seu pare per fer-ho". <span style="font-size: 1.6rem;">"És molt bona persona, d’una gran honradesa i intuïció autèntica. Sembla llunàtic, però la seva directriu és segura, malgrat els alts i baixos. Es pot esperar molt d’ell. De vegades els sentiments li obnubilen l’esma (aleshores es mostra insolent) però és intel.ligentíssim".</span>