CRÍTICA DE CINE

Crítica de 'La torre oscura': monumento en miniatura

Stephen King no tiene éxito con sus adaptaciones pero ninguna es tan decepcionante como esta

Nando Salvà

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Los libros de Stephen King han inspirado numerosas películas fallidas en el pasado, pero probablemente ninguna tan decepcionante como 'La torre oscura'. Después de todo el texto original es la obra definitiva del escritor, una pieza de ocho volúmenes que tardó tres décadas en ser completada; y que ahora, tras un accidentadísimo proceso de producción, también es una aturullada mezcla de western, fantasía, ciencia-ficción, acción, terror y hasta comedia aderezada de efectos especiales 'low cost' y escenas rodadas en lugares donde falta luz.

Quienes han leído los libros de King aseguran que están llenos de tramas complejas, personajes magníficos y toda una mitología inabarcable por la que ahora, visto lo visto en pantalla, la película pasa tan de puntillas que nada de lo que sucede a lo largo de sus escuetos 95 minutos de metraje llega a tener sentido o propósito verdaderos. Para los no iniciados en el universo que describe, en otras palabras, resultará incoherente y confuso y probablemente irritante. Por otra parte, es cierto, no aburre; avanza en todo momento, sin detenerse, sin aportar contexto ni prestar atención a las psicologías o las motivaciones de sus personajes.

'La torre oscura' llega a España tras haber sido calificada por la crítica americana como una catástrofe, y no es para tanto: carece de la ambición necesaria para fracasar tan a lo grande. Tan solo es un ramplón compendio de gestos apocalípticos, anodinas secuencias de acción e imaginería ya sobreexplotada por el cine del oeste y el fantástico, que incluye villanos diabólicos, monstruos captores de niños y vaqueros de dimensiones paralelas pero demuestra ignorar las posibilidades dramáticas y estéticas que todo eso proporciona.