David Leitch ('Atómica'): "El Dios en el que yo creo es Jackie Chan"

Su trabajo en títulos como 'El club de la lucha', '300' o la trilogía de Bourne lo convirtió en uno de los especialistas más reputados de Hollywood. En 2014 debutó tras la cámara junto a Chad Stahelski en 'John Wick', una de las mejores películas de acción de los últimos años. 'Atómica' es su primer trabajo como director en solitario.

Su película está ambientada en la guerra fría, pero en ella los aspectos geopolíticos en realidad importan más bien poco. ¿Es correcto? Del todo. No quería narrar la típica historia de espías ni dar una lección de historia. Lo que me interesó fue divertirme revisando la música y la estética de los 80. El resto me importaba menos: las luchas entre distintas facciones de espías, el muro de Berlín a punto de caer... son más bien accesorios. 'Atómica' es un ejercicio de estilo, completamente orgulloso de serlo.

“No quería narrar la típica historia de espías. Lo que me interesó fue divertirme revisando la música y la estética de los 80”

David Leitch

Y, a pesar de ello, como la actual relación entre Estados Unidos y Rusia demuestra, las intrigas políticas que relata son sorprendentemente vigentes. Sí, es curioso. Cuando rodé la película obviamente no podía imaginar que algunos de sus temas conectarían con las informaciones que aparecen en los noticiarios, ni que nos encontraríamos al borde de una nueva guerra fría. En todo caso, me alegro de que la película haya capturado el 'zeitgest', aunque sea de casualidad. La historia, después de todo, tiende a repetirse. 

Ha mencionado usted la música de los 80, y de hecho en 'Atómica' las canciones son casi tan importantes como las secuencias de acción. ¿Cómo las escogió? 'Atómica' transcurre en el año 89, y esa es la época de máximo apogeo de la MTV, así que me gustó la idea de convertir la película en una 'jukebox'. En todo caso, me importó menos reproducir la música que sonaba en esa época que capturar la increíble energía que Berlín derrocha en tanto que epicentro permanente de movimientos musicales y estéticos. Me pareció que el sonido de la new wave sintonizaba con ese espíritu; y también me pareció interesante incluir en la banda sonora al David Bowie de los 70, que pasó mucho tiempo en Berlín.

Y por lo que respecta a las coreografías de acción, ¿cuáles son sus influencias? Mi principal inspiración siempre ha sido el cine de Hong Kong. En concreto, el Dios en el que yo creo es Jackie Chan. Hace tiempo compile todas sus coreografías de lucha en una cinta de video, y durante años las veía a todas horas. Las tengo grabadas a fuego en la mente. Mi objetivo cuando diseño una secuencia de acción es que sea capaz de contarnos tantas cosas sobre el personaje como 15 minutos de diálogo.

Usted logró un gran éxito como especialista, primero, y como coreógrafo de escenas de acción, después. ¿Siempre tuvo en mente que algún día daría el salto a la dirección? En realidad no. Pero he pasado toda mi vida adulta entre rodajes, y creo que con el tiempo he llegado a entender muy bien la logística que requiere hacer una película. Tener eso despertó en mí la ilusión por expresar mi creatividad de una forma más ambiciosa. Además, haber sido especialista en secuencias de acción me otorga una gran credibilidad a la hora de dirigir a otros actores. Saben que están en buenas manos. En cualquier deporte, los mejores entrenadores a menudo empezaron siendo jugadores, ¿no es cierto?