Raska, el Canet hecho realidad

Después de seis años llenando plazas de toda Catalunya, haciendo vibrar al público con su directo enérgico, <strong>Raska</strong> aterriza este sábado en uno de los grandes festivales del territorio, el<strong> Canet Rock</strong>. Y lo hace gracias a un público que los votó insistentemente en el concurso Actua Canet Rock, el certamen de bandas emergentes que permite a un solo grupo inaugurar el festival.

“Tocar allí es un sueño cumplido porque dicen que es la ‘festa major’ de Catalunya”, dice Martín Díaz, saxofonista de la formación. De entre las más de 90 propuestas presentadas y tras una dura preselección, los jóvenes del Baix Montseny y Maresme lograron proclamarse vencedores casi en la prórroga. “Fue como un partido de fútbol, estuvimos codo a codo con los valencianos Smoking Souls hasta las últimas horas”, cuenta el guitarrista Jordi Deumal.

Los miembros del grupo, quienes han asistido a otras ediciones del Canet para ver sus referentes musicales, especialmente La Raíz, revelaron tener un directo “muy especial” preparado para la ocasión, con “los mejores temas” de sus álbumes comprimidos en 30 minutos, como ‘Abans que la nit s’acabi’ o ‘Som el canvi’.

“Serán las 6 de la tarde pero tocaremos con la misma energía que si fuera la 1 de la madrugada”, añade la voz del grupo, Maiol Bosch. Además, se incorporaran por primera vez al grupo dos nuevos músicos, en la guitarra y la trompeta. La mayoría de temas que sonaran en Canet de Mar serán de su último trabajo, ‘Reneix de les cendres’, un proyecto autogestionado que nació con la ayuda de un Verkami. “Este álbum demuestra que no estamos solos, que hay gente detrás a quienes les llega lo que hacemos”, asegura Deumal.

La música de aquel grupo de adolescentes que un día se juntaron para hacer versiones de Obrint Pas o Green Day ha ido evolucionando tanto en las letras como en la música. “Al principio tocábamos latin, rock, ska, y en este último disco hemos buscado un camino más enfocado hacia el rock”, comenta Díaz. Con letras muy reivindicativas, como la de ‘Foc creuat’, sobre la situación actual en Siria, Bosch considera que “la música nació con la finalidad de decir cosas, no solo para hacer denuncia social sino también para transmitir emociones”.

Los componentes creen que actuar en el Canet Rock es una “oportunidad de oro”. “Es como un trampolín: puedes caer al vacío o subir arriba de todo, y nosotros lo vamos a aprovechar al máximo con nuestra exigencia y trabajo”, concluye Bosch.