CRÍTICA DE CINE

Crítica de 'Wonder Woman': de ingenua amazona a superheroína

Patty Jenkins rompe ataduras con algunos estilemas del cine de superhéroes y recupera otros que se habían perdido entre mares de efectos especiales

QUIM CASAS

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{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Wonder Woman\u00a0\u2605\u2605\u2605","text":"Direcci\u00f3n:\u00a0Patty JenkinsCon:\u00a0Gal Gadot, Chris Pine, Robin Wright, Connie Niuelsen, David Thewlis, Elena Anaya, Danny HustonT\u00edtulo original:\u00a0'Wonder Woman'Pa\u00eds:\u00a0Estados UnidosDuraci\u00f3n:\u00a0141 minutosA\u00f1o:\u00a02017G\u00e9nero:\u00a0Aventuras fant\u00e1sticasEstreno:\u00a023 de junio del 2017"}}

Aunque creada en 1941 como superheroína mitológica de DC ComicsWonder Woman no lucha en esta traslación cinematográfica contra los nazis, sino que se enfrenta a un general alemán megalómano y una científica experta es gases venenosos (Elena Anaya con la cara medio desfigurada y restaurada con una máscara facial, lo que nos recuerda a su papel en 'La piel que habito') durante la primera contienda mundial.

La heroína procedente del reino de Temiscira, llamada Diana, tiene entidad por sí misma por mucho que en los cómics se haya visto a veces relegada al papel de comparsa de Superman. La película lo refrenda, incluyendo todas las previsibles lecturas de carácter feminista que se van a hacer de un filme dirigido por una mujer, <strong>Patty Jenkins</strong> -el primero de superhéroes que recae en manos femeninas-, pero escrito por tres hombres, entre ellos el productor Zack Snyder.

La película es un jalón más en la franquicia cinematográfica de DC inaugurada por el propio Snyder con 'Batman v. Superman: El amanecer de la justicia'. Pero es un jalón que rompe ataduras con algunos estilemas del cine de superhéroes y recupera otros que se habían perdido entre mares de infografía y grandilocuencia dramática.

'Wonder Woman' rentabiliza bien sus elementos mitológicos, aunque la creación del reino de Temiscira, visualizada como si fueran pinturas del Renacimiento, resulte un tanto exagerado. Diana, más ingenua amazona que superheroína hasta que descubre sus poderes ignotos, no entiende al ser humano y confunde los términos, ya que cree que el general alemán es Ares, el Dios de la Guerra. Pero aprende que el amor triunfa sobre el mal en un proceso mejor llevado desde la intimidad que desde la exaltación. Jenkins pone mucho de su parte, pero Snyder corona el relato con sus fuegos artificiales, a veces tan megalómanos como los del villano del relato.

La búsqueda del rostro y el cuerpo ideal para representar al superhéroe, llámese Christopher Reeve, Michael Keaton o Ben Affleck, es capital. Con Gal Gadot han encontrado la mejor Wonder Woman posible. Rodearla de un héroe entre caricaturesco y romántico de otro tiempo, como el espía que encarna Chris Pine, y de una exótica patrulla, le confiere a la historia una naturalidad a ras de tierra, siendo más interesante la aventura bélica y la imaginería 'pulp' que las batallas con CGI.