CRÓNICA

La OBC entusiasma en la Barceloneta

El popular concierto dirigido esta vez por Josep Vicent reunió a 14.000 personas en la playa de Sant Sebastià

MARTA CERVERA / BARCELONA

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La <strong>Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC)</strong> acercó la música sinfónica a un público muy variado en su tradicional concierto en la playa de la Barceloneta celebrado este miércoles por la noche ante 14.000 personas, según la Guardia Porturaria. La bienvenida musical al verano resultó de nuevo un éxito de convocatoria a tenor de la gran cantidad y variedad de público -algunos con chanclas y bañador- que disfrutó de un hipnótico concierto junto al mar, alejado de las rígidas convenciones de las salas donde se interpreta la música sinfónica. 

Los músicos de la  OBC, bien compenetrados y atentos a las precisa directrices de <strong>Josep Vicent</strong>, captaron la atención de los espectadores justo antes de ponerse el sol. Fue entonces cuando sonaron los primeros compases del concierto, con la fanfarria de metales de la vivaz 'Obertura festiva' de Dimitri Shostakovich. La alegre pieza creada en 1954 para conmemorar el 37 aniversario de la Revolución de Octubre entusiasmó al variado público y les preparó para un menú musical formado por obras muy conocidas del repertorio.

Los 90 músicos, situados en un escenario frente al hotel W, se entregaron en su interpretación de un programa compuesto por obras del siglo XX. De ellas, la más novedosa resultó 'Water dances' animada partitura del polifacético compositor inglés Michael Nyman (Stratford, 1944). Su fuerza y optimismo sorprendió al público, que conectó con ella y hasta dio palmas animado por Vicent, gran comunicador, como si estuvieran en un concierto pop.

PÍCNIC CRESPUSCULAR

Muchos venían preparados para la velada, con toallas y avituallamiento vario para disftrutar de picnic nocturno con sonido de lujo. Se veía a bastantes grupos de amigos y también había familias que salieron a disfrutar juntos de una noche mágica. Por el paseo muchos turistas despistados también alucinaron con el espectáculo que está sufragado con dinero de la tasa que los visitantes dejan en la ciudad.    

'El cant dels ocells', una obra tradicional que el violonchelista y compositor <strong>Pau Casals</strong> convirtió en símbolo de la paz emocionó a más de uno, con José Mor como solista. Y la selección de pasajes de 'Romeo y Julieta' de Serguei Prokófiev invitó a soñar y revivir el drama de los amantes de Verona que incluyó, entre otros, la famosa 'Danza de los caballeros'.

El 'Bolero' de Maurice Ravel, con su melodía repetitiva e hipnótica que Vicent animó a disfrutar como "una meditación colectiva potr la paz", despidió sobre el programa un concierto que pasó con muy buena nota su cuarta edición. En los bises finales hubo desde 'Space Odity', de David Bowie, a la sardana 'Camperola', de Eduard Toldrà. Tradición y modernidad.