EN EL PARC DEL GRAN SOL

13 horas de música por la libertad de expresión

El macroconcierto No Callarem reúne en Badalona a una treintena de artistas, de Albert Pla y Fermin Muguruza a Txarango y Mishima

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NANDO CRUZ / BARCELONA

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Un concierto por la libertad de expresión en España. Parece un chiste malo o una noticia traspapelada de 1967, pero es rigurosamente cierto. Este domingo el Parc del Gran Sol de Badalona acoge un maratón de música en vivo con una treintena de actuaciones. Serán 13 horas de música distribuida en dos escenarios, desde las 11.30 de la mañana, a las que se han sumado artistas como Albert Pla, Txarango, Lágrimas de Sangre, Maika Makovski, Ovidi 3 con Fermin Muguruza, Maria Arnal i Marcel Bagés, KOP, Mishima y muchos otros.

La chispa que ha provocado la organización de este concierto ha sido la condena a tres años y medio de cárcel a Valtonyc. Este joven rapero mallorquín era totalmente desconocido. Sin embargo, la abultada sentencia por las letras de 'Circo balear' y 'Rei Borbó' ha activado una fulminante red de solidaridad que ha cristalizado en numerosos actos de apoyo. El más contundente es el concierto de este domingo, que servirá también para denunciar las condenas a César Strawberry y a la tuitera Cassandra Vera, así como los procesos abiertos contra el colectivo de rap La Insurgencia, los titiriteros de la compañía Títeres desde Abajo y raperos como Ayax y Prok, también pendientes de juicio.

CAMPAÑA DE MICROMECENAZGO

Ha organizado el concierto la recién constituida plataforma No Callarem que agrupa, entre otros, al Sindicato de Músicos Activistas de Catalunya, al Ateneu Nou Barris, al colectivo Defender a Quien Defiende y a la asociación RAI (Recursos d’Animació Intercultural), recientemente galardonada con la Medalla d’Honor de Ciutat Vella. El festival habrá sido posible gracias a una campaña de micromecenazgo con la que ayer ya se habían recaudado más de 10.000 euros. Y, por supuesto, a los artistas que se han brindado a actuar y a los que, muy posiblemente, se sume alguno más a última hora.

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De hecho, una veintena más de artistas se ofreció para actuar, pero ya no había espacio para más. Aun así, la variedad del cartel está garantizada: desde el blues de A Contra Blues al reggae de Green Valley y del metal de Ktulu al suave cante de Isabel Vinardell & Isabelle Laudenbach. También va a haber un amplio espectro generacional. Fermin Muguruza, cuyo grupo Negu Gorriak fue de los primeros en ir a juicio ya en democracia por una letra (la de 'Ustelkeria'), coincidirá con jóvenes raperos como Elgio y Valtonyc, que han visto cómo su vida se convierte en una pesadilla cuando la justicia se ha lanzado sobre ellos.

Un segundo escenario acogerá un 'sound system' de música jamaicana y a lo largo del día también actuarán músicos que nunca han planteado conflictos al poder pero desean mostrar su apoyo a esta causa. La censura no solo afecta a quienes desean expresar una opinión sino también a los que desearían poderla escuchar.


Una decena de los participantes en la jornada #NoCallarem explican a continuación en qué momento de su carrera o de su vida percibieron que, pese a vivir en democracia, la libertad de expresión no está garantizada.

ALBERT PLA

El cantautor colecciona una abultado expediente de agresiones a la libertad de expresión. Su canción 'La dejo o no la dejo' hizo que su sello, Ariola, se negase a editar el disco 'Veintegenarios' en 1994 por temor a ser acusado de apología del terrorismo. No pasa un año sin que algún ayuntamiento vete una actuación suya. Pla es escueto cuando retrocede hasta el primer momento en que sintió la presión de la censura: "Al nacer, en el registro y en el libro de familia, ponía Alberto en vez de Albert, que es el nombre que eligieron mis padres".


K.O.P.

Juanra, cantante del grupo de hardcore-punk independentista y anticapitalista responde así: "Fui consciente de la ausencia de libertad de expresión desde muy chico. En casa solo había discos de rock'n'roll y de cantautores. Pronto pregunté qué era el Olympia y me explicaron que no solo era un teatro de París donde iban a grabar sus discos Paco Ibáñez y Lluís Llach. En seguida supe el significado de la palabra libertad y lo que quería decir luchar por conseguirla", explica. K.O.P. grabaría una versión en catalán de 'Ustelkeria', canción por la que Negu Gorriak tuvo que responder ante la justicia: "¿De qué les iba a servir prohibir canciones si luego todos los demás decidíamos tocarlas?", se pregunta hoy. Y añade: "Si ganan ellos, los herederos de Fraga, perdemos todas".


SEWARD

"He pasado casi 25 años rodeado de familiares, amigas y personas que jamás nombraron ni hablan de la República, la Guerra Civil y la dictadura franquista. Cuando te das cuenta de esto, llegas a la conclusión de que la palabra censura se queda corta para España. Tantas décadas de franquismo, de democracia sin regeneración política ni memoria histórica han tenido graves e innumerables consecuencias. El yugo siempre tenso y dispuesto sobre la libertad de expresión es una de ellas", opina el cantante de Seward, Adriano Galante.


MARIA ARNAL & MARCEL BAGÉS

"Hay un momento en mi vida en el que, a través de varias amigas, conozco el movimiento okupa de Barcelona. Yo tenía 23 años y, en ese momento, mi idea de la realidad cambiaría mucho; sobre todo, en la manera que tenía de entender la política y los espacios de libertad cotidianos. A través de estos centros sociales también conocí otros medios de comunicación más alternativos que informaban de casos evidentes de censura o de castigo directo a la libertad de expresión", relata Arnal.


ELGIO

Este joven rapero ha formado parte del colectivo La Insurgencia, recientemente imputado. "Mucha gente se escandaliza y se pregunta: ¿cómo llevan a prisión a jóvenes por hacer rap o por contar chistes en twitter, si vivimos en democracia? Hacerse esta pregunta es un error. Estas cosas no le pasan a cualquier rapero o tuitero, sino a los que cuestionamos el régimen. ¿Alguien ha visto algún fiscal de la Audiencia Nacional pidiendo años de cárcel a los que dicen en twitter que los catalanes merecemos una bomba por querer votar en un referéndum? ¿O a los que hacen apología de la violación y el maltrato a las mujeres? ¿O a los que desean que los inmigrantes se ahoguen en el estrecho? Hay que preguntarse lo siguiente: ¿libertad de expresión para quién? Para la derecha. Desde luego, para nosotros, no. ¿Y por qué? Porque no vivimos en democracia".


ÉMBOLO

Dani Rodríguez, alias Émbolo, ha sido el último músico en desatar las iras y el dispositivo judicial tras su actuación en las fiestas de San Isidro de Madrid. Su 'delito': cagarse "en la puta madre de todas las fuerzas del Estado". "Nunca he tenido la sensación de vivir en un país realmente democrático. Toda mi vida he sentido la presencia del Estado y sus fuerzas de seguridad como un constante ataque a la gente que me rodea, a la libertad en su más amplio sentido y en este caso, como en tantos otros, hacia mi persona", afirma el rapero catalán.


RAYNALD COLOM

El trompetista de jazz, pese a no pronunciar ni una sola palabra en sus discos, también ha vivido la censura muy de cerca. "Cuando trabajaba en la banda que tocaba en el programa de televisión 'Set de nit', de Toni Soler, aparecieron las primeras imitaciones del rey y la productora recibió presiones por parte de la Casa Real", recuerda. Colom también participó en la grabación del disco 'In-komunikazioa' de Fermin Muguruza y recuerda que "le vetaron en varias salas durante su gira por presión política e institucional".


NICO ROIG

El músico barcelonés recuerda perfectamente el día en que entendió "que la censura también afecta a artistas no explícitamente políticos". “De muy joven me enteré de que la discográfica de Albert Pla le había censurado el disco de 'Veintegenarios'. Me pareció casi peor que si te censura el Estado porque significaba que ni ellos estaban de tu lado". Para Roig, "este sistema se va propagando a todos los medios en forma de censura preventiva" y finalmente cristaliza "en una censura totalmente normalizada llamada radiofórmula donde nunca sonará muchísima música maravillosa".


JAVIER GALLEGO

El director y presentador del programa radiofónico 'Carne cruda' es otro buen ejemplo de cómo en plena democracia la censura campa a sus anchas en los medios de comunicación: "Lo sufrí en mis carnes, nunca mejor dicho, cuando clausuraron mi programa en Radio 3, de Radio Nacional de España, y después en la Ser, por motivos políticos, presiones del PP, del PSOE, incomodidad de anunciantes...". También quiere resaltar otros tipos de condicionamiento de la libertad de expresión cuando, asistiendo a manifestaciones ha sido testigo "de la represión policial a compañeros periodistas que estaban informando".


MAIKA MAKOVSKI

"Conocía casos de represalias por meterse con ciertos personajes o partidos políticos. Tengo un amigo al que quitaron una sección de cultura en la radio porque en otro medio se había metido con quien no debía. Siempre me había parecido despreciable y sentía que se me negaba el derecho a la información libre. Con estos nuevos casos, he sentido que el cerco se hace más y más pequeño. Siento rabia y la necesidad de pronunciarme contra la desigualdad con que el sistema judicial trata a ciudadanos de a pie por delitos menores (por hacer chistes) en comparación con la clase política, los banqueros y la Casa Real. Es hora de dejar la resignación y el individualismo de lado y protestar".