Una Lolita en el Empordà

Elisabet Riera narra la relación entre una mujer de 40 años y una niña de 12 en 'Llum'

Elisabet Riera

Elisabet Riera / periodico

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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‘Llum’, la primera novela en catalán de Elisabet Riera, narra el retorno de una mujer a su pueblo natal, una localidad del Alt Empordà muy parecida al Terrades donde vive la autora. Ha perdido padre y pareja, vuelve a la ahora vacía casa familiar que dejó atrás no sin heridas que han de cicatrizar, ha de superar un invierno oscuro y ventoso y el cielo parece que se le abre tras conocer a Llum. A quien encuentre un ejemplar de ‘Llum’ en una librería (en la edición original en catalán de L'Altra o en la traducción al castellano que publica Sexto Piso, ‘Luz’) y revise solapas y contraportada le faltará un elemento para completar el conflicto que vive la protagonista: ella tiene 40 años y el objeto de su deseo, Llum, solo 12. Un deseo consumado, aunque desde la primera línea sabemos que el adulto ha acabado alejándose, como el dragón mágico de la canción, cuando Llum da un paso hacia a la adolescencia.

Tanto Riera como sus editoras, Eugènia Broggi y Raquel Vicedo, explican que hasta que dieron a leer el libro a terceros no fueron conscientes de que podía resultar polémico, o cuanto menos incómodo para algunos lectores. “Es un libro hermoso y lírico que va de otros temas más importantes”, explica Vicedo. “Reflexiona sobre los límites de la pasión, sobre el volver a empezar, sobre las decisiones que se toman y las consecuencias que tiene, sobre el deseo de la niña de saber y conocer y el de ella de compartir y enseñar, y, sobre todo, sobre el paso del tiempo y cómo se vive el amor en diferentes fases de la vida”, explica la autora.

"LA ENVIDIA DE SER NIÑO"

Elisabet Riera, periodista, editora del pequeño sello Wunderkammer, directora de la revista 'Cuerpomente', autora de tres obras literarias (‘La línea del desierto’, ‘Vidas gloriosas’ y ‘Fresas silvestres para Miss Freud’) y de varios manuales sobre cultivo de marihuana, dice haber partido de una escena que vio desde su casa, en plena lluvia. Los niños del pueblo corriendo empapados por la calle: “La envidia de ser niño, la nostalgia de la infancia...”.

La literatura ha abordado relaciones tan dispares en términos de edad en numerosas ocasiones. Son referencias constantes en el libro de Riera, y no solo de forma implicita, el psicoanálisis, la relación entre Safo y sus discípulas, y Renée Vivien, Carme Riera y Ana Becciu, y el mito de Desdémona y Perséfone. Tambien la Lolita y el Humbert Humbert de Nabokov, y el Gustav Aschembach y el Tadzio de ‘Muerte en Venecia están presentes en las reflexiones de la narradora y forman parte de la educación sentimental y literaria que emprende con la “nínfula” Llum.

¿Puede narrarse una relación de este tipo sin caer en lo escabroso, en la denuncia o en la apología? Nadie se lo pregunta sobre los hechos que suceden en una novela policiaca, replica una de las editoras. ¿Cambia algo que el adulto en la relacion sea mujer en lugar de hombre? ¿Puede resultar más escandaloso para algunos lectores que en cambio exculparían a un Polanski? ¿Puede en cambio ahorrar algunas de las críticas que recibiría una figura tan similar a Humbert Humbert, el hombre que justifica una actitud objetivamente delictiva por la actitud provocativa de la menor? “El hecho de que sean mujer y niña lo que hace es multiplicar el efecto espejo, el reconocimiento mutuo entre ellas”, responde Riera, que concluye que la suya es “una novela de redención, mucho más religiosa o mística que erótica; su protagonista busca recuperar la inocencia y la luz”. 

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