Isabel Vinardell e Isabelle Laudenbach: "Si hacemos fusión es sin querer"

Entre paredes de hormigón y cableados eléctricos, Isabel Vinardell (voz) e Isabelle Laudenbach (guitarra) se atreven a interpretar 'Algo contigo'. La antigua fábrica de paracaídas Can Sanpere de Premià de Mar es solo un ejemplo de los singulares escenarios donde se han grabado las canciones de 'A solas', el primer álbum del dúo. Vienen de formaciones con acento flamenco, pero prefieren no etiquetar su estilo, que explora diferentes influencias. Para ellas, lo que las define es la simplicidad de su formato: voz, guitarra y zapateo. Este viernes se suben al escenario del Centre Artesà Tradicionàrius (CAT) para presentar un disco tan artesanal que hasta cuenta con un diseño de la misma cantante.

¿Cómo se cruzan sus caminos? I.V.: Hace dos años y medio coincidimos para una actuación puntual y desde los primeros ensayos notamos mucha afinidad. Fue todo muy natural y a partir de ahí empezamos a trabajar juntas.

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Aunque sea la etiqueta con la que menudo se resuma su música, van más allá del flamenco. I.B.: Sí, es complicado. A veces también se etiqueta nuestra música como 'fusión', que ahora se asocia a un estilo de los 90 con el que no nos identificamos. Si hacemos fusión es sin querer. Cada una aportamos nuestro acento, que no solo es flamenco.

I.V.: Creo que lo más representativo es este formato que intenta ser lo más natural posible. Exploramos diferentes estilos de las influencias que nos han ido esculpiendo a ambas antes de trabajar juntas: boleros, coplas, ritmos más sudamericanos, también mediterráneos…

Los temas de este trabajo están grabados en diferentes espacios, todos fuera del estudio. I.V.: Hicimos una prueba en el estudio y realmente nuestra intención, que era ser naturales y cercanas al sonido del directo, se perdía. Entonces nos planteamos empezar a grabar las canciones nosotras mismas en estas localizaciones. Ha habido algunas colaboraciones, pero básicamente la grabación de audio la llevaba Isabelle y la de vídeo, yo misma.

I.B.: Sí, hemos escogido lugares más naturales, como una cueva donde parecía que tocáramos en una especie de catedral de piedra o un bosque, pero también otros más artificiales como una fábrica.

Acostumbrados a proyectos musicales que trabajan tanto la posproducción, es una propuesta muy artesanal. I.V.: Nosotras no hemos hecho prácticamente nada pensando en cómo lo recibirán los otros, sino en lo que necesitábamos en este momento. Buscábamos algo muy simple, lo más honesto posible con el momento personal y musical que vivíamos cada una.

I.B.: Hasta el diseño del disco lo ha hecho Isabel (ríe).

¿Estarán acompañadas en el concierto de presentación? I.B.: Mucho. Nos acompañarán el cuarteto con el que trabajamos habitualmente, Ana Rossi, Bea Garcia y Pep Pascual, que tocará cosas que no se pueden contar. Hay que verlo.