LIBROS

Las librerías deberán pagar 600 euros al año para obtener el sello de calidad de la Generalitat

La auditoría para conseguir el reconocimiento irá a cargo del librero, aunque podrá pedir una subvención para resarciste del gasto

La librería Laie.

La librería Laie. / JULIO CARBÓ

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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La Generalitat ha presentado en rueda de prensa el distintivo de calidad 'Llibreria de referència de Catalunya' para "reconocer la excelencia de las librerías de Catalunya, a la vez que se las involucra en un proceso de mejora continua". En este proceso de mejora, deberán dejarse una pequeña cantidad al año para obtener en sello de calidad, no para poner en marcha cambios en su oferta. El distintivo de la Generalitat se obtendrá solo tras superar una auditoría a cargo de la propia librería por valor de 677,60 euros, más auditorías anuales de seguimiento valoradas en tros 598,95 euros. Un compromiso económico con el que la junta del Gremi de Llibreters está de acuerdo.

Eso sí, a la hora de pedir ayudas para la modernización de las librerías (el presupuesto disponible por parte de la Generalitat ha sido de algo más de 250.000 euros este año) se podrán incluir como gasto subvencionable el coste de la auditoría, y en caso de recibir subvención esta será un 5% superior en el caso de las librerías que cuenten con el sello de calidad. Y además, "serán reconocidas en un acto público anual en el que se les otorgará el distintivo correspondiente". Los candidatos deberán tener menos de 20 empleados y ofrecer "un servicio orientado al cliente que incide en la atención y la fiabilidad, un catálogo amplio y diverso que refleja la riqueza de la producción editorial, un personal cualificado para asesorar a los clientes y un abanico de actividades que fomenten el libro y la lectura".

Los tres primeros distintivos los han recibido las tres librerías representativas del territorio que se sometieron a una auditoría piloto: El Cucut de Torroella de Montgrí, Laie de Barcelona y, quizás para dar ejemplo, Parcir, de Manresa, la librería del actual presidente del Gremi de Llibreters de Catalunya, Antoni Daura.

CENSO DE LIBRERÍAS

Por otra parte, el Institut de les Empreses Culturals también ha difundido un censo de las librerías catalanas, el primero que efectúa desde hace nueve años. Según este estudio, Catalunya cuenta con 495 librerías independientes, 59 establecimientos de grandes cadenas de librerías, 65 grandes superficies con venta de libros, 9 librerías 'online' y 178 puntos de venta de libros donde este supone una actividad secundaria (supone entre el 10% y el 50% de su facturación).

Sin embargo, cerca de la mitad de la facturación de libros en Catalunya se produce fuera de estos puntos de venta (librerías 'online' sin sede en Catalunya, escuelas, asociaciones de padres, kioskos y papelerías donde la venta de libros supone menos del 10% de su negocio...) Esto hace que los datos que se desprenden del mapa queden fuertemente distorsionados: así, por ejemplo, según este análisis el 49,5% de los libros que venden las librerías son en castellano y el 42,9% en catalán, una cifra este última mucho más elevada a la realidad del mercado según las editoriales.

En cuanto a la antigüedad de los establecimientos, el estudio no ofrece un dado que pueda señalar cuántos de ellos se han abierto una durante el florecimiento de pequeñas independientes que ha acompañado la crisis del libro iniciada en el 2008. Solo indica que el 28,7% de los "establecimientos libreros" catalanes abrieron a partir del año 2000.

LA RED

El mapa de librerías establece que "Catalunya dispone de una excelente y nutrida red de establecimientos libreros que alcanza al conjunto del territorio. No hay ninguna comarca sin establecimiento librero. Si bien el 85,01% de la población del Principat dispone de establecimiento librero en el municipio donde reside, la distribución y sobre todo la densidad de esta es muy asimétrica. Se observa una concentración de establecimientos en la ciudad de Barcelona y su entorno metropolitano, así como en las conurbaciones de otras ciudades".

Los grandes vacíos de este mapa se sitúan en los 594 municipios de menos de 2.000 habitantes (solo hay en ellos 13 "establecimientos libreros") pero también en localidades de la segunda corona metropolitana: las únicas ciudades de más de 10.000 habitantes sin uno de ellos son La Llagosta, Lliçà d'Amunt, Badia del Vallès, La Roca del Vallès y Vilanova del Camí.

El estudio ofrece algunos datos relevantes: por ejemplo, el descuento que los libreros obtienen de sus proveedores (es decir, la parte del precio de venta al público que les corresponde). La media es el 29,1%, aunque oscila entre el 35,6% que obtienen las grandes cadenas y superficies y el 26% con el que se tienen que conformar las pequeñas librerías (es la media de aquellas que facturan menos de 30.000 euros al año).

Los libreros pueden tener su 'stock' comprado a su distribuidor o bien en depósito, sin pagar más que tras efectuar una venta. Las grandes cadenas y superficies tienen la totalidad de sus existencias compradas, mientras que casi el 25% de las existencias de las librerías independientes están en depósito. Sin embargo, una peculiaridad del negocio librero: existe el derecho a devolver el libro no vendido, y a recuperar el dinero invertido en él. Este concepto tan temido por los editores alcanza el 30% de los ejemplares que llegan a las librerías.