Viaje por el universo de Alejandro Magno en Peralada

Xavier Sabata (Avià, 1976) es un contratenor inquieto que no para de presentar nuevos  proyectos fruto de su exploración del patrimonio barroco. Dos años después de su debut en el Festival de Peralada con un recital dedicado al entorno del furioso Orlando y tras su éxito internacional con ‘Bad Guys’, recital sobre los villanos de Händel, ha vuelto a sorprender en la iglesia del Carme con un programa dedicado a obras de autores que giran en torno a la figura de Alejandro Magno, en las que sin olvidar el carácter guerrero del conquistador se ahonda en sus aspectos más humanos, entre ellos la nobleza, la fragilidad y el carácter de hombre enamoradizo.

El cantante inició con su participación en la programación del 30º aniversario del festival una gira que le llevará a varios países y a la grabación de un disco con las 10 arias y partes instrumentales interpretadas junto a la prestigiosa formación barroca polaca Capella Cracoviensis, dirigida por el clavecinista Jan Tomasz Adamus. El respaldo de este conjunto es una prueba del rigor con el que el artista afronta esta propuesta que fue premiada con entusiasmo por un público que acabó puesto en pie.

Tras la obertura de ‘La superbia d’Alessandro’ (1690) de Agostino Steffani y el preludio de ‘Abdolomino’ (1699) de Bononcini, el contratenor se enfrentó a dos arias de esa obra que sitúa al conquistador en la India, ambas de encendido romanticismo, ‘Da tuoi lumi’ y ‘Chiare faci’. Con ellas afloró la sensibilidad y expresividad propia de un artista que es también actor y tiene una enorme capacidad de comunicación. ‘Serbati a grande impresse’, de ‘Alessandro nell’Indie’ (1732) de Giovanni Battista Pescetti, dejó huella con una segunda interpretación de la versión de Vinci creada tres años antes. La misma letra para el emocionante canto del héroe al honor y al perdón.

VITOREADAS PROPINAS

Las endiabladas agilidades de ‘Spirti fieri alla vendetta’ dejaron exhausto a Sabata, antes de entrar en una intensa segunda parte con la citada ‘Serbati…’ y enfrentarse a ‘Se possono tanto due luci’, un aria de ‘Poro, re dell’Indie’ de Händel (1731), alusiva al encuentro del macedonio con el monarca de la región de Punjab, al que derrotó pero con el que luego se mostró generoso.

La amorosa ‘Dirti ben mio, vorrei’ de ‘Alessandro in Persia’ de Leo (1741) y la vertiginosa coloratura de ‘Vano amore’ de ‘Alessandro’ de Händel (1726) cerraron la clamorosa sesión antes de ofrecer dos vitoreadas propinas: ‘Cedo a Roma’ de ‘Scipione’ y ‘Vibra cortese amore’ de Händel. Un buen inicio para un proyecto al le falta solo un hervor para estar plenamente cuajado.