Memoria histórica con pico y pala

Desenterrar huesos es una forma de extraer recuerdos, historias, vidas. Lo saben muy bien los antropólogos y quienes claman desde hace tiempo por abrir las fosas de la guerra civil española. O los familiares de las víctimas del narcotráfico en México. "Se calcula que se matan y entierran a unas 30.000 personas al año", explica Tomàs Aragay, responsable junto a Camila Villegas de la dramatúrgia de 'Y hablaron los huesos'. Esta es una curiosa producción de los catalanes Societat Doctor Alonso, una compañía de danza que se abre a un nuevo registro más teatral y de los mexicanos Teatro de Babel-Dramafest. Se representa en el Museu d'Arquelogia de Catalunya hasta el día 9, dentro del Grec.

Pero que nadie se asuste. Aunque en su montaje se desentierran huesos, "de vaca y de cerdo", aclara Aragay, la puesta en escena gira en realidad en torno a la forma cómo se escribe la historia. Está interpretada por un músico-'performer', dos actores y un escultor. Y cuenta con la colaboración especial de un arqueólogo experto en la materia, René Pacheco, miembro de la Asociación para la Recuperación de Memoria Histórica.  

"Partimos de la idea de una excavación para profundizar en las palabras", ha explicado Aragay. El objetivo es mostrar “su capacidad para generar un mundo ético, un sistema político y un orden social a partir del momento en que designan y crean la realidad”. ¿Qué quieren decir justicia, libertad, amor? El espectáculo pone el énfasis en la costumbre de utilizar términos vacíos de sentido. "La obra se centra en cómo la utilización del lenguaje convierte los conflictos en invisibles, los hace desaparecer". Su intención es desenterrar y hacer visibles conflictos que han quedado sepultados por el discurso oficial en beneficio de una supuesta estabilidad política y social a lo largo de la historia.