SUPERVENTAS EN ITALIA

Zerocalcare, punk para todos

El autor 'underground' presenta en el Salón del Cómic su exitoso 'La profecía del armadillo', un cómic autobiográfico que nace de la muerte de una amiga

El creador Zerocalcare, el viernes en el Salón del Cómic.

El creador Zerocalcare, el viernes en el Salón del Cómic. / periodico

NATÀLIA FARRÉ / BARCELONA

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Viene de la cultura marginal. Es punk. Es más que punk, es 'straight edge' (un subgrupo que abomina del tabaco, del alcohol y de las drogas). Y es un fenómeno de masas en Italia. Una contradicción que supera siendo lo más "coherente" posible. Sigue estando donde estaba; eso quiere decir que sigue formando parte de los mismos movimientos sociales y contraculturales en los que militaba hace cinco años, antes del éxito, y viviendo en la Rebibbia, un barrio del extrarradio romano que no piensa abandonar. Eso sí, ahora vive mejor. "Puedo pagar el alquiler", afirma. Es Zerocalcare (Arezzo, 1983), un autor de cómics con dos millones de ejemplares vendidos de sus obras. La primera de las cuales, 'La profecía del armadillo', salió en el 2011 y acaba de editar en España Reservoir Books.

El nombre de guerra (en realidad se llama Michele Rech) lo sacó de un anuncio antical, y la inspiración para su primera obra gráfica, de la muerte de una amiga: "Es 100% autobiográfica; incluso los nombres de las personas son reales", apunta. El objetivo no era tanto exorcizar el dolor por la desaparición como retener la memoria de la fallecida: "En la escena alternativa sabemos cómo recordar a nuestros muertos: un concierto, una pintada en un muro, una manifestación. Pero Camille no pertenecía a este mundo. Y todas estas maneras de recordar no funcionaban para ella. Quería evitar que dentro de 30 años no fuera más que un meteoro atravesando mi vida. Y lo único que sé hacer son cómics, así que pensé en hacer uno para fijar su recuerdo en mi cabeza", afirma.

Así nació 'La profecía del armadillo'; el armadillo en cuestión no es más que su conciencia. El porqué de la elección tiene explicación: "El armadillo es el animal sociópata por excelencia, se encierra en sí mismo; y esta es una historia de sociopatía, y el armadillo representa la parte más introvertida de mi esencia". Pese a sus afirmaciones, no es una crónica dramática o quizá sí, pero el humor  y la ironía  que destila la hacen más que digerible.

"Meto la ironía por delante para protegerme. Lo que me estimula a hacer cómics son siempre, siempre, cosas tristes. Disuelvo este aspecto con elementos humorísticos y con la ironía.  No quiero que la gente me trate de llorón", confiesa. El resultado es una divertida autoparodia que ha llegado a todas las generaciones y grupos sociales. Los ejemplares vendidos lo atestiguan, y las colas de estos días en Barcelona (ha sido uno de los invitados del Salón del Cómic) para conseguir una firma suya, también. El jueves pasado en la librería Le Nuvole no cabía ni un alfiler. La mayoría de los presentes eran compatriotas, pero es que en Italia Zerocalcare ya va por la séptima obra y, además, el año pasado fue finalista del premio Strega, la máxima distinción literaria del país.

LOS CÓMICS TE ROMPERÁN EL CORAZÓN

El joven historietista atribuye el éxito de 'La profecía del armadillo' a dos motivos: "La necesidad de mi generación de verse retratada. Se había hecho en cine, en series y en novelas, pero no en cómic. Llené ese vacío"; y a las muchas referencias a la cultura popular que hay en el libro, que "hacen que todo el mundo se reconozca". La transversalidad de la obra la achaca a una realidad innegable: "Hay unos denominadores comunes que compartimos todos los que vivimos este periodo histórico que no dependen del movimiento político al cual perteneces, como la inseguridad, la incerteza, el miedo, la fragilidad... Mis historias hablan de eso", reflexiona.

Pero ni quiere ser ni se siente portavoz de una generación de futuro y presente inciertos: "Muchos de mis amigos están donde estaba yo hace cuatro años. Sin dar un paso adelante ni construir nada, de trabajo precario de seis meses a trabajo precario de seis meses. Yo llegué a volver a casa de mi madre porque no podía pagar el alquiler", se lamenta.

Ahora la vida le ha cambiado pero no sin cierto sufrimiento. "Desde que hago cómics me han roto mil veces el corazón. Vengo de un mundo en el que cuando arrestan a alguien, rápidamente se hace un gesto, una viñeta de solidaridad con el arrestado. Ahora no tengo tiempo material de participar en todas las causas que me piden, y muchos piensan que ya no me interesa y lo ven como una traición. Para mí es doloroso". De ahí el tatuaje que luce en el antebrazo derecho: 'I fumetti ti spezzeranno il cuore' (Los cómics te romperán el corazón). "Una cita de Jack Kirby", aclara.