Miguelanxo Prado y el asesino en serie de la banca

‘Presas fáciles’ (Norma) es una historia “surgida de la rabia”. A Miguelanxo Prado (A Coruña, 1958) se le atragantó una noticia de la radio una mañana mientras desayunaba. “Habían descubierto los cadáveres de un matrimonio de ancianos en su casa. Se habían suicidado desesperados porque habían perdido sus ahorros después de que alguien los convirtiera en preferentes de forma tramposa y porque afrontaban una orden de desahucio tras haber avalado con su piso la hipoteca de uno de sus hijos, que no la pudo pagar cuando perdió su trabajo”, rememora el autor de ‘Ardalén’ (Premio Nacional de Cómic 2013). “Me pareció imposible, pensé que no había oído bien. Pero a ese le siguieron un goteo de casos parecidos que no han llegado a tener la trascendencia pública que merecían”, añade el dibujante, que con ello ha urdido este ‘thriller’de denuncia, reflejo de estos tiempos funestos, que presenta en el Salón del Cómic y con el que participa en la exposición ‘Novelas gráficas comprometidas’.  

Para Prado, que acostumbra a cocer sus ideas “a fuego lento”, aquella fue “la gota que derramó el vaso” tras tantas noticias leídas y vistas en los medios sobre desahucios y preferentes y, por una vez, tuvo claro en seguida que de ahí surgiría un cómic de género negro, del que es lector aficionado. Una jefa de policía y su compañero investigan una serie de envenenamientos de personas con diversos cargos en distintas entidades bancarias. ¿Un asesino en serie? ¿El justiciero de la Banca?   

CASOS PRÓXIMOS

Ya en pleno proceso de trabajo de ‘Presas fáciles’, el autor de ‘Trazo de tiza’ conoció muy de cerca un caso real y próximo. “Todos los elementos de la historia son tristemente familiares. Todo el mundo conoce, seguro, casos similares aunque sea con tintes menos trágicos. No tengo bazas para hacer una lectura optimista”. 

Prado no da nombres y apellidos: “Confío en la inteligencia del lector”. Pero sí menciona cifras reales “que son pura aritmética”, como que con la indemnización de 18 millones que se llevó un expresidente de un banco tras haberlo llevado a la quiebra se pagarían las pensiones hasta su muerte de 100 jubilados medios. “Es indefendible e inadmisible -clama, siempre sin levantar la voz- que esa gente esté disfrutando de esas cantidades millonarias y que el Banco de España o la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que debían garantizar que eso no sucediese, miraran hacia otro lado. Hubo dejación de las instituciones y aprovechamiento perverso por parte de las empresas”. 

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Deja constancia también de la tan manida justificación de los responsables bancarios ante las preferentes, alegando que sus clientes firmaron su conformidad. “No puede ser que un tribunal o un juez admita ese argumento como justificación de esa manipulación de la información. ¿Cuántos ciudadanos no hemos firmado en una notaría o una sucursal bancaria lo que te ponen delante? Haces un ejercicio de confianza, no puedes pensar que te están timando. Y menos personas jubiladas, que son la mayoría de las que han atrapado con esa trampa, a las que el señor o señora de la oficina de toda la vida les dice que es un producto seguro y que es una pena que gane tan poco con los ahorros al interés a plazo fijo”.   

“Yo no tengo soluciones”, asume Miguelanxo Prado. "Hay que recuperar el contrato social, por el que puedes aceptar que haya gente obscenamente rica si a cambio la sociedad facilita un mínimo equilibrio al resto -opina-. Pero con esta gran crisis el Estado ha dejado de proteger al ciudadano, que ha perdido la confianza en él. Los partidos no entienden la urgencia de recuperar la confianza del ciudadano, que puede estallar, montar una revolución y empezar a cortar cabezas”.

AVENTURA CON MAGIA Y DEMONIOS

Tras las melancólicas ‘De profundis’ y ‘Ardalén’ y “la mala leche” de ‘Presas fáciles’, el autor necesita un cambio. Ya trabaja en el guion de “una aventura con seres fantásticos, que juega con la magia, los demonios y las hadas, los ángeles y las brujas”. Pero no puede evitar, marca de la casa, las reflexiones profundas. “Todas las creencias y religiones han puesto al hombre pasivo e indefenso entre el bien y el mal, pero, ¿Y si los malos fueran los hombres?”.