Federico Axat construye un laberinto psicológico

El autor argentino presenta su reciente novela 'La última salida'

El escritor argentino Federico Axat.

El escritor argentino Federico Axat. / periodico

SONIA ÁVILA /BARCELONA

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Un laberinto de espejos con trampas, escapatorias en falso e imágenes confusas. Así describe Federico Axat (Buenos Aires, 1975) su novela 'La última salida' (Destino). Un thriller sobre la muerte, la propia y la de terceros, y sobre la complejidad de la mente humana que construye un relato de encrucijadas. Ted McKay y Lynch son los responsables. Ted, un hombre en apariencia exitoso, ha decidido quitarse la vida en el despacho de su casa. Cuando se apunta con una pistola en la sien, lo interrumpe el timbre de la puerta. Es Lynch quien lo invita a no morir en ese momento, sino participar en una cadena de asesinatos.

“El laberinto está presente en dos formas. A lo largo de la historia vamos a ir conociendo mucho de este personaje y por qué toma esta decisión, pero es un hombre con una mentalidad muy compleja y para mí lo jugoso de la historia es cómo el lector se va a adentrar en un laberinto que es la mente de este personaje y a la vez el laberinto el libro mismo”, explica Axat.

En esta red de sucesos se cruzan historias paralelas. La familia de Ted, su terapeuta y los asesinatos consecutivos. Son pistas que el autor ofrece para desenmarañar la travesía de su personaje. Además a lo largo del thriller está presente de manera tangencial el juego de ajedrez como concepto de un entorno complejo y profundo análisis. El entorno es Estados Unidos, pero igual podría ser una ciudad Latinoamérica como Buenos Aires o europea como Madrid o Barcelona.

UN JUEGO DE AJEDREZ

Con un ritmo narrativo a usanza del cine, el autor de tres novelas previas detalla que tardó dos años en concluir esta historia, pues no trabaja con un relato lineal planeado y cerrado. “Me gusta dejarla reposar y en esos periodos de tiempo me pongo en modo lector. Como lector miro cómo estoy sintiendo la novela, y eso me permite adelantarme en algún punto. Cuando me doy cuenta qué pienso como lector en algún momento de la historia, sé qué trampas tengo que poner para mantener esa agilidad”.

Técnica que le permite romper las teorías del lector sobre el curso de la historia, plantear juegos de voces y lanzar claves. Tener, pues, el control de la historia como si de un juego de ajedrez se tratara. De hecho, Axat, ingeniero civil de profesión, considera al género del thriller como una secuencia de jugadas sobre un tablero. Él mueve a sus personajes, y el lector tratará de predecir su destino. “La idea es ver quién gana”.

GUION PARA CINE

La novela, traducida en 27 idiomas y una tirada de 12.000 ejemplares, será adaptada por Hollywood. Axat considera que es una historia que no sólo tiene una estructura y narrativa cinematográfica, en el sentido de la agilidad y las inflexiones, sino por las influencias de su entorno. Desde las películas de Christopher Nolan, las series televisivas como 'Perdidos' hasta las noticias policiacas de Argentina.

Tal vez por eso su coprotagonista lleva el apellido del cineasta David Lynch: “Él es un maestro de las atmósferas surrealistas, y mi personaje Lynch tan misterioso tiene algo que esconder y me pareció que el nombre le calzaba bien”.