Concierto de aniversario de una escuela emblemática

Cantera de artistas

El Taller de Músics celebra 35 años en el Palau con 'Alça la veu', una gran fiesta junto a intérpretes cómplices del proyecto

SANTIAGO AUSERÓN. Trovador contemporáneo.

SANTIAGO AUSERÓN. Trovador contemporáneo.

MARTA CERVERA
BARCELONA

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solo el Taller de Músics es capaz de reunir a artistas tan diversos como Santiago Auserón, el alma negra de Radio Futura; Cris Juanico, ex Ja t'ho diré; la rapera Mala Rodríguez & Refree; el jazz de Biel Ballester; el blues de Big Mama Montse; el cantante Miqui Puig, ex Los Sencillos; la multiinstrumentista Andrea Motis & Juan Chamorro, y el trío flamenco formado por el cantaor José Antonio Martín Salao, Josemi Carmona, ex-Ketama, y Ramón Ángel Rey. La Original Jazz Orquestra del Taller de Músics formada por alumnos del centro y dirigida por David Pastor, presentará con ellos alguna de sus producciones emblemáticas mañana en el Palau (19.00 horas).

La escuela impulsada hace 35 años por Lluís Cabrera en el Raval, que desde el 2009 otorga el diploma de grado superior en el recinto de Can Fabra de Sant Andreu, saca pecho con este concierto en el que todos los artistas alzan la voz y actúan por amor al arte para ayudar al Taller. Los cerca de 20.000 euros que se esperan recaudar en taquilla (las entradas cuestan 20 euros) se destinarán  a cubrir el déficit del Taller. «Las instituciones públicas catalanas deben tomar medidas reales para apoyar a la educación y la cultura», reclama Lluís Cabrera, fundador de esta potente escuela de música popular, reconocida en especial por sus aportaciones en el terreno del flamenco, el jazz, la música popular y moderna.

Con Alça la veu --así se titula el concierto--, el Taller de Músics aspira a hacerse oír y reivindicar su labor como cantera de artistas. Por sus aulas han pasado desde el cantaor Miguel Poveda al saxofonista Perico Sambeat. Y entre sus colaboradores, artistas tan admirados como el pianista de jazz Tete Montoliu, el cantaor Enrique Morente y el guitarrista Dave Mitchell. «Desde el Taller hemos demostrado que el flamenco no es una cosa que se lleva en los genes, ni un arte de gitanos. El flamenco es más complicado que la música clásica y se aprende estudiando como hemos enseñado en el Taller», destaca Cabrera, que preside la Fundació privada Taller de Músics.

Actualmente el centro cuenta con 750 estudiantes. De ellos, 150 cursan grado superior en el nuevo local de Can Fabra de Sant Andreu, cedido por el Ayuntamiento. El resto sigue acudiendo a las aulas del Raval que han ayudado a reconvertir una zona deprimida a través de la música. Los traficantes que campaban por la zona a finales de los años 70 dejaron la zona gracias al flamenco, cuenta Cabrera. «El que mandaba allí era un traficante que iba con un cochazo que no cabía por aquellas calles. Vi que escuchaba a Camarón y con esa excusa empezamos a hablar», recuerda Cabrera. Poco después llegaron a un pacto: «Si yo le presentaba a Camarón, él se marchaba de aquella zona».

TRATO DIFERENTE/ Ahora el principal problema del Taller es el enorme déficit de 470.000 euros generado en el 2013. Para rebajarlo, el curso pasado se redujeron la plantilla de trabajadores y los sueldos y se encarecieron las matrículas. Este año, los alumnos han pagado 5.700 euros, frente a los 4.160 del anterior. Aunque en el otro centro privado, el Conservatori Superior del Liceu, la matrícula es de 4.000 euros, casi nadie se trasladó. «Fue una gran satisfacción», admite Cabrera. «El Liceu recibió ayudas de 6 millones de euros de Ensenyament entre el 2008 y el 2012. Nosotros, que ya existíamos en el 2009 como superior, nada», se queja. «No descartamos acudir a los tribunales». Añade que la consellera de Educació, Irene Rigau no ha sintonizado tampoco con otras propuestas como la especialización de los centros y becas que den libertad al alumno para estudiar donde quiera.