exposición multidisciplinar en montjuïc

Los mismos temas, los mismos géneros

CaixaFòrum narra el influjo de la pintura en la fotografía

'Blow up: sin título 5', de Ori Gersht.

'Blow up: sin título 5', de Ori Gersht.

NATÀLIA FARRÉ
BARCELONA

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Una fotografía contemporánea, de 1978, en color y de grandes dimensiones que tiene una habitación como protagonista: un dormitorio desordenado con muebles ruinosos, paredes desconchadas y ropa por el suelo. Ni un alma. Al lado, un óleo de 1827. Una copia de la orgía de cuerpos, telas y tesoros que Delacroix plasmó en La muerte de Sardanápalo. Aparentemente nada en común entre una y otra. Pero si se miran atentamente, la brecha que las separa se estrecha. Las formas y la composición de ambas piezas son las mismas, y la violencia también, pero los elementos para crearlas son otros. No en vano en La habitación destruida, así se titula la fotografía, Jeff Wall cita, sin imitar, la pintura del romántico francés.

Ambas obras reciben al visitante en Seducidos por el arte. Pasado y presente de la fotografía, en CaixaFòrum hasta el 19 de mayo, y son el primer ejemplo de cómo el arte histórico sirve y ha servido de inspiración a la fotografía contemporánea y a la del siglo XIX, la tesis de la exposición. «Las conexiones están muy enraizadas y existen ya con los prerrafaelitas y con los impresionistas», explica Hope Kingsley, comisaria de la muestra, que afirma que fotografía y pintura «no tratan temas diferentes» sino que lo que hacen es tomar «puntos de vista propios».

Así, el diálogo a tres bandas entre la historia del arte, la fotografía del siglo XIX y la contemporánea se agrupa a partir de los géneros tradicionales de la pintura: desnudo, retrato, paisaje, naturaleza muerta y temas religiosos. Y se presenta, a veces, de forma compleja, como el ejemplo citado de Delacroix y Wall; otras de forma evidente: no hay ninguna duda de que Maisie Broadhead toma como modelo La riqueza, del barroco Simon Vouet, para su fotografía Mantenlos dulces. Otras veces parece fruto de la casualidad: Una sola carne, un colaje de fotocopias de Helen Chadwick que en 1985 realizó basándose en las clásicas madonas del renacimiento, se exhibe en la muestra al lado de una tabla del siglo XV del Maestro de Castelsardo que, pese a su claro parecido, la fotógrafa nunca vio.

EL MÁS HIPNÓTICO / Entre las trabajos inéditos de la exposición figura uno de los más curiosos, 3 de mayo de José Manuel Ballester, una impresión de Los fusilamientos de Goya con las figuras de la tela eliminadas digitalmente. «Tiene textura, medidas, tema y escala, lo que explica que sea tan atrayente», apunta Kingsley. Y entre los trabajos más hipnóticos, las fotografías y videos de Ori Gersht. El artista israelí muestra en cámara lenta la explosión de los bodegones que el mismo crea. A partir de las naturalezas muertas de Henri Fantin-Latour (La espléndida riqueza de junio) y de Jan Van Huysmum (Malvas y otras flores en un jarrón), Gersht realiza sus propias composiciones, que congela con nitrógeno líquido antes de hacerlas estallar.

Hay más: Turner, Gainsborough, Ingres, Thomas Struth, Richard Learoyd, JRoger Fenton y Gustave Le Gray, entre otros. Y un consejo: Oda a Hill y Adamson, de Maisie Broadhead y Jack Cole, el divertido vídeo en el que pintura y fotografía se diluyen.