Fabulación muy negra Siete psicópatas

Martin McDonagh

El largometraje precedente del angloirlandés Martin McDonagh ya demostraba que, a grandes rasgos, el thriller y el relato de acción gaélico acostumbra a estar casado con la comedia (negra) por muy severos que sean los personajes y violentas las situaciones. Lo dicho para Escondidos en Brujas, también protagonizada por Colin Farrell, sirve para Siete psicópatas, aunque aquí de manera aún más exagerada.

Siete psicópatas hace estilo de la propia necesidad del autor ante la hoja en blanco. Farrell es aquí un guionista que, como ocurre casi siempre que una película está interpretada por un guionista de ficción --de Barton Fink a Adaptation (El ladrón de orquideas) pasando por El crepúsculo de los dioses--, carece de toda inspiración mientras se agota el tiempo en el que debe entregar su guión. Pero este bloqueo no es más que el punto de partida para un a ratos bastante brillante ejercicio de cine dentro de cine, con situaciones provistas de alma propia aunque a veces acuda al recuerdo el fantasma de algunos célebres pistoleros del primer Quentin Tarantino o asesinos en serie catódicos.

McDonagh organiza su peculiar caos a partir del entramado de fabulaciones, malabarismos metalingüísticos, gags perversos, situaciones sádicas y el concurso de un tan compacto como descerebrado grupo de actores. Con Farrell, Christopher Walken, Sam Rockwell, Woody Harrelson, Tom Waits, Michael Pitt y Harry Dean Stanton juntos, aunque no revueltos, no pueden hacerse demasiadas bromas. Q. C.