Ideas

¡Más corbatas!

XAVIER BRU DE SALA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A los Gaudí ya no les falta nada, si no son las corbatas. Deberíamos tomarnos más en serio a nosotros mismos. Las convenciones y los formalismos son una especie de carga o de molestia, pero no es de las más pesadas.

Jamás, en una ceremonia de premios cinematográficos, se ve un solo varón que se permita ir mal vestido. Las mujeres de gala y los hombres de etiqueta. Ahora, ya que estamos en casa y nos ven los de casa, ya somos anticonvencionales, antiburgeses y antitodo, pues másjerseieots que corbatas. Y no hablemos de esmóquines y lacitos, que solo se veía el deJoel Joan, y el formidable traje deAlfonso de Villalonga,que daban ejemplo en el desierto del sálvese quien pueda. Ni que sea por respeto a las actrices y en general a las señoras, todas como es debido, sus acompañantes masculinos se lo deberían mirar un poco más. Ser muy progre muy progre, muy de izquierdas muy de izquierdas, no está reñido con el formalismo de este tipo de ceremonias.

En el Pompidou de París, donde hay que hacer tres horas de cola para venerar de nuevo aDalí,hablaron varios catalanes, junto a conspicuos profesores franceses, ellos tan bien arreglados y pautados en el discurso y el vestuario... en cambio, los nuestros,Albert SerrayJorge Wagensberg, entre otros, presentaban un marcado contraste entre la vestimenta, digamos que de poca monta, y la extraordinaria calidad de su discurso, que dejó por los suelos a los relamidos académicos parisinos, los cuales, muy al revés, no tenían gran cosa que decir pero la decían bien y con mucha presencia de ánimo y fachada.

¿Convertiremos el informalismo en la indumentaria masculina, que acompañe al brillo de las obras, en marca de catalanidad? Sí es así, no desfallezcamos. ¡Demos la nota siempre y en todo lugar! ¡A los Oscar con jersey!

Y si no, a los Gaudí con corbata. Con corbata para empezar, antes de hacer del esmoquin un mínimo obligatorio.