Los estrenos de cine de la semana

Arnold Schwarzenegger: «Muchos fans me votaron sin leer mi programa político»

Schwarzenegger, en la presentación de 'El último desafío' en Moscú, el 23 de enero.

Schwarzenegger, en la presentación de 'El último desafío' en Moscú, el 23 de enero.

PAZ MATA
LOS ÁNGELES

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Tras ocho años gobernando el estado de California, sus escándalos sexuales, el posterior divorcio de su mujer, Maria Shriver Kennedy, y la publicación de sus memorias, Arnold Schwarzenegger (Graz, 1947) se reinventa volviendo al cine de acción y mamporros que le hizo grande en los años 80 y 90. En 'El último desafío',debut en Estados Unidos del reconocido director coreano Kim Jee-woon ('Dos hermanas','Encontré al diablo'), el actor austriaco interpreta al 'sheriff' de un pequeño pueblo fronterizo que deber proteger a sus ciudadanos de un violento narcotraficante (Eduardo Noriega) de paso por el pueblo en su escapada hacia México.

-Han pasado 10 años desde que pisó por ultima vez un plató de rodaje. ¿Cómo ha sido la vuelta?

-La verdad es que mi regreso ha sido paulatino. Hace tres años hice 'Los mercenarios' con Sylvester Stallone, buen amigo mío que siempre me ha apoyado en todo, incluso en mi carrera política, aunque en los primeros tiempos nos peleáramos mucho por ser el que más músculo tuviera o el que matara a más gente (risas). Después de eso me fui a Nuevo México a rodar 'El último desafío'. No ha podido ser un regreso mejor, con un magnífico reparto y un gran director, nuevo para mí, pero con un gran talento, visionario, apasionado.

-¿Cómo explica que héroes de la vieja escuela como usted, Stallone o Bruce Willis sigan llenando las salas?

-Es importante entender que viejo no significa malo, significa que eres más mayor, sí, pero todavía capaz de hacer buen cine de acción, de ser creíble en un personaje de estas características. Hay espacio para todo tipo de películas dentro del género de la acción. Porque están muy bien todas esas que se basan en efectos especiales, los 'Batman', 'Superman', 'Spiderman', ya que tienen una magia que hace 20 o 30 años no se podía crear. Pero a la gente también le gusta ver las clásicas películas de acción donde el actor y los especialistas hacen esas escenas en lugar de un programa de ordenador.

-Señor Schwarzenegger, ahora que ha vuelto al cine, ¿echa de menos su vida en la política?

-Yo era un político de centro, no estaba ideológicamente ni en la derecha ni en la izquierda; era un político que lo que trató es de que las cosas se hicieran por el bien de los ciudadanos y no por el bien de los partidos. Siempre quise trabajar para el pueblo, estimulando la economía y protegiendo el medio ambiente. Para mí fue una sorpresa ver cuántas peleas internas hay en los partidos y entre los políticos. Si le digo la verdad, me alegro mucho de estar fuera de ese ambiente.

-¿Cuál es su opinión con respecto al debate que hay en EEUU y que culpa al cine y la televisión de la violencia que existe en la sociedad?

-Es comprensible y respetable que cada uno tenga su opinión. Si eso es lo que opina un cierto grupo de personas, diré que es una forma interesante de ver el asunto, pero sin duda equivocada. Nuestras películas son puro entretenimiento, no están hechas con la intención de transmitir ningún mensaje, sino simplemente para que apagues la luz y te metas en una historia que no tiene nada que ver contigo ni con tu vida. No creo que la gente se cuestione si la Biblia y muchos otros libros que describen actos violentos inciten a la violencia. Nuestra labor como sociedad es mejorar, tanto en la escuela como en los hogares, la educación de los jóvenes, mejorar el cuidado de las enfermedades mentales y revisar las leyes que permiten a todo ciudadano el uso de armas de asalto. Creo que hay espacio para el debate en todas esas áreas. Echarle la culpa al cine es muy fácil, pero con ello no se resuelve el problema. Yo lo veo un error.

-¿Hasta qué punto le ayudó ser estrella de Hollywood en su carrera política?

-Está claro que muchos de mis fans me votaron sin escuchar o leer mi programa político. De hecho, un candidato republicano normalmente obtiene el 8% de los votos de la población negra y en mi caso fue el 28%; lo mismo me ocurrió con la población hispana y con la población femenina, a pesar de que muchas mujeres, sobre todo en California, han dejado el partido republicano, pero yo conté con todos esos votos porque era una figura familiar para ellos a través de mis películas. Dicho esto, la fama no sirve de nada si no tienes la voluntad y el interés de servir al ciudadano.

-Además del trabajo y la filantropía, ¿qué hace para disfrutar de la vida en estos momentos?

-Siempre he disfrutado de la vida, siempre he creído en el trabajo duro, pero también en el disfrute. Tengo mis juguetes (risas): los coches, la motos, los esquís y todas las cosas que me gusta coleccionar. Tengo unos hijos maravilloso, cinco, para ser exactos [contando el que tuvo con la señora de servicio de su casa], y mi vida no podría ser mejor. A pesar del divorcio, sigo teniendo una buena relación con mi exmujer, hablamos todo el tiempo por teléfono y seguimos criando y educando a nuestros hijos juntos.

-¿Por qué se ha decidido ahora a escribir sus memorias?

-Durante 20 años, la editorial Simon & Schuster me pidió que escribiera un libro sobre mi vida y yo siempre mantuve que no tenía gran cosa que contar, por eso no lo escribí. Luego siendo gobernador me dije: «Ahora sí que mi vida está siendo interesante, un campeón de culturismo que se convierte en la estrella de cine mejor pagada y más tarde en gobernador de California...». Les dije que cuando acabase mi mandato me pondría a escribir.

-¿Cómo ha sido el proceso?

-Muy interesante. No me arrepiento de haberlas escrito, aunque a veces haya sido difícil y doloroso recordar ciertas cosas. Es la primera vez que abro mis álbumes de fotos, año por año, para recordar muchas historias...