Joaquín Sabina se despide de Chavela Vargas con "un llanto irreparable"

"Con su desaparición se pierde un quejío inigualable", afirma en una carta colgada en Facebook en la que recuerda el día que se conocieron

EL PERIÓDICO / Barcelona

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Se conocieron hace 20 años, en Madrid, en la sala Morasol, y desde el primer momentoJoaquín Sabina yChavela Vargas sellaron una amistad eterna. Así lo demuestra la carta que elcantautor español ha escrito para expresar su profunda tristeza porla muerte de una fiel compañerade tragos y momentos gratos, a quien le dedica "un llanto irreparable", el que fue incapaz de llorar cuando fallecieron sus padres.

En el texto titulado 'Quién pudiera reír como llora ella', publicado en elperfil oficial de 'la Vargas' --como la conocían en México-- en Facebook,Sabina explica que se enteró de la muerte por la televisión. "Andaba dibujando en un cuadernito, una costumbre que recién adquirí, cuando vi por la televisión, encendida sin sonido, la imagen de Chavela. Di voz al aparato. Se nos fue, escuché. Y me cogió un llanto irreparable", detalla.

"Lo que nunca me había sucedido. Siempre me culpé por no ser capaz de llorar con la muerte de mis padres, pero esta vez me venció el desconsuelo", añade el cantautor, quien reconoce en lacarta abierta que una de las cosas más grandes que le han sucedido en la vida es haber cantado y reído con Chavela. "Hasta hartarnos", subraya. No es de extrañar, entonces, que al conocer la triste noticia el cantautor tuviese "la necesidad de bajar al bar a tomar uno a su salud".

Una frase, una canción

A su amiga de "pelo de plata y carne morena" le dedicó la canción'En el bulevar de los sueños rotos', frase que salió de la boca de la cantante cuando se conocieron y que él cazó al vuelo. "Pedí a Pedro Almodóvar que nos presentara. Al acercarme, escuché cómo él le contaba quién era yo, pues Chavela no tenía la menor idea. 'La admiro desde niño', le dije. 'Yo también le admiro mucho a usted', contestó. Ante la mentira, exclamé. 'Vete a la mierda'. Nos fundimos en un largo abrazo", recuerda sobre suprimer encuentro

ParaSabina, la muerte de la "dama de poncho rojo" significa la pérdida de una manera de cantar llorando, "un quejío inigualable, una expresividad fuera de lo común". "Unos cojones y unos ovarios nunca vistos en la música popular desde la muerte del bandoneonista Ricardo Goyeneche. Ella no vendía una voz, vendía un estilo", subraya. "En estos momentos de pérdida me digo: ¡Quién pudiera reír como lloraChavela!”, concluye.