LA MUERTE DEl pintor DEJA EL MUNDO ARTÍSTICO SIN REFERENTES

Nadie como Tàpies

Los expertos consideran que con el creador se acaba una época y que nadie podrá llenar el vacío que deja

El pintor Antoni Tàpies durante una conferencia en el año 2006.

El pintor Antoni Tàpies durante una conferencia en el año 2006. / RP/mel

NATÀLIA FARRÉ
BARCELONA

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Y después de Tàpies, ¿qué? ¿Cuál es el artista catalán o español capaz de llenar el vacío como referente nacional e internacional que deja el pintor de la materia? La pregunta tiene difícil respuesta o sencillamente es posible que no tenga respuesta. Algunos expertos apuntan a Antoni Muntadas, un creador con gran reconocimiento en el exterior y con obra en los grandes museos del mundo. Pero con una posición estratégica y vital muy diferente a la de Tàpies. Y puede existir la tentación de pensar en Miquel Barceló, el artista español vivo que más cara ha vendido una obra en una subasta (Faena con muleta, 3,9 millones de euros), pero que para muchos goza más del reconocimiento del mercado, de ahí el récord, que de la profesión. También está Jaume Plensa, pero no parece que de momento esté por la labor de recoger el testigo.

¿Entonces? ¿No hay ninguna figura? «Ninguna de la dimensión de Tàpies. Tenemos poca presencia internacional, aunque esto no quiere decir que tengamos artistas mediocres». ¿La habrá? «Su obra sintetiza lo que para mucha gente es el arte contemporáneo. Ahora el mundo artístico ya no crea consensos tan extensos. Así que no hay creadores que sinteticen de una manera tan amplia y en áreas tan extensas de la sociedad la idea de arte. Todo está mucho más fragmentado». La primera afirmación es de Nimfa Bisbe, directora de la colección de arte contemporáneo de la Fundació La Caixa, y la segunda es de Bartomeu Marí, director del Museu d'Art Contemporani de Barcelona (Macba).

JUNTO CON MIRÓ Y PICASSO / Ambos coinciden en una cosa: «Tuvimos a Miró, Picasso y Tàpies. Y ya está», apunta Bisbe. «Con Tàpies se acaba una época. Será muy difícil que lo que representaban Miró, Picasso y Tàpies se vuelva a producir porque los tiempos han cambiado y la relación del artista con el mundo, también», concluye Marí.

Visto lo visto, parece claro que nadie está en condiciones de sustituirle como referente, pero ¿hay alguien capaz de continuar en su estela artística? Parece que tampoco. «Tàpies no creó escuela en el sentido tradicional de la palabra. Fue un faro que han seguido muchos artistas pero no un maestro de estilo», explica Núria Homs, conservadora de la Fundació Tàpies. Pese a que durante una época sí tuvo seguidores formales como Modest Cuixart, en los años 50, y los artistas del Grupo Trama, en la década de los 70. Y que una parte de la obra de Barceló puede ser vista como un epígono de Tàpies por su uso de la textura y los materiales.

Pero su verdadera influencia no es una cuestión de estilo, es una cuestión de actitud, de cómo enfrentarse a la obra de arte y la manera de entender el lugar que ocupa el arte en el mundo. Y en este aspecto sí hay muchos seguidores. «Todos los que se relacionaron con él» a juicio de Marí. Aunque hay algunos que son más deudores de Tàpies que otros. Y aquí brillan tres nombres. Sobre la influencia en Eulàlia Valldosera y Perejaume coinciden Marí, Homs, Bisbe y Nuria Enguita, directora de la Fundació Tàpies de 1998 al 2008. Pero no todos están de acuerdo en incluir a Antoni Llena en la lista.

LA TIERRA COMO PAÍS Y MATERIA / «Desde un lenguaje propio la cosmovisión de Tàpies es fundamental en Eulàlia Valldosera, sobre todo en su primera época, la de lo pobre, lo bajo y lo abyecto -las piezas hechas con colillas y los dibujos sobre tinta-.

Son obras que emanan de la idea de vacío de Tàpies», explica Enguita. «La relación con la tierra, la tierra como país pero también y sobre todo como materia», une a Perejaume con el pintor matérico, continúa Enguita. Y «la noción de artesano» sería el punto de comunión con Antoni Llena. Aquí Homs añade que también comparten el «uso de los materiales pobres y la idea de fragilidad». Algo que no comparte Bisbe: «Eran muy amigos. Pero artísticamente eran muy diferentes».

Los tres tienen un lenguaje y un estilo muy alejados al de Tàpies. De hecho, sus obras, plásticamente, no se parecen en nada. Pero Tàpies siempre se declaró deudor de Miró y Picasso -según él sus grandes maestros- y sus obras tampoco comparten ningún parecido formal. Al final, es más una cuestión de actitud que de forma.