Sarah Lane: "Me sentí traicionada por Natalie Portman"

Sarah Lane tiene un cuerpo etéreo y la sonrisa franca. Ayer sonreía e intercambiaba miradas cómplices con Ángel Corella durante un ensayo deEl lago de los cisnes El lago de los cisnesque estos días recala en elGran Teatre del Liceu con elBallet de Barcelona. "Nunca he bailado entero elLago de los cines, solo lospas de deuxen galas", explica satisfecha al acabar la sesión la intérprete, de 27 años, solista delAmerican Ballet Theater. Su flexible cuerpo, capaz de cualquier movimiento, se compenetra a la pefección conCorella. Podría decirse que son almas gemelas.

"Para poder desarrollarte como artista has de asumir retos y acumular experiencia y el rol de Odile/Odette era un sueño", explica relajada en su camerino con vistas a la Rambla. Precisamente ese rol es el que le abrió las puertas de Hollywood conCisne negro, con el que la actrizNatalie Portman logró unOscarno exento de polémica en el mundo de la danza. "Me sentí traicionada por Natalie Portman cuando empezó a decir lo mucho que había trabajado para poder bailar. Lo cierto es que, aparte de algunos movimientos de brazos y manos, todo lo demás lo hice yo", diceLane. Explica que la seleccionaron a ella precisamente por su gran parecido con la actriz. "Natalie es bajita, como yo, y nuestra cara desde tomas a cierta distancia no necesita retoque digiral", afirma.

Recuerda la filmación como una experiencia durísima. Tuvo que pedir un permiso de seis semanas para ausentarse del ABT pero con la obligación de bailar en dos espectáculos en plena vorágine del rodaje. Por eso, cuandoPortmanse puso todas la medallas del filme y los productores le recomendaron que no hiciera declaraciones tomó una determinación: "Quise explicar la verdad porque es imposible que alguien aprenda a bailar ballet clásico en un año y medio, algo para lo que yo he necesitado 24 años", destaca Lane. 

"No se puede decir que Natalie bailará el 80% de las escenas"

El ego no tenía nada que ver, añade. "Lo hice por respeto a mis colegas. No se puede negar nuestro trabajo, no se puede decir que Natalie bailara en el 80% de las escenas. Eso es ridículo. Ella es muy rígida. No podría hacerlo", sentencia aún sorprendida por las declaraciones que hizo en su díaBenjamin Millepied, bailarín y coreógrafo en el filme, que se enamoró de la actriz con la que ha tenido un hijo. 

La imagen queCisne negro ofrece del ballet, ahondando en tópicos como la durísima competición entre las bailarinas y su obsesión por la delgadez, es algo exagerado, según Lane. "Esas cosas te pueden pasar en diferentes momentos a lo largo de tu carrera pero nunca a la vez, como ocurre en la película que lo lleva todo al extremo". Para sobrevivir en el exigente mundo de la danza lo principal para ella es "ser una persona sana, lista y fuerte". Pese a su delgadez, asegura que su dieta incluye de todo. "Intento evitar los alimentos procesados que llevan químicos, como mucha carne orgánica, vegetales, yogurts, pan, chocolate, alguna copa de vino de tanto en tanto. No hago dieta, pero como con moderación". 

Estar casada con alguien de la profesión, el españolLuis Ribagorda, bailarín del ABT le ha sido de gran ayuda, afirma. "Él me entiende. Pero es importante mantener amistades en otros ámbitos al margen de la danza y no perder el contacto con la familia", comenta. "En mi caso, yo provengo de una familia muy cristiana, y la fe me ha ayudado siempre a seguir luchando por querer ser mejor cada día".