Jaume Balagueró: «La idea de empatizar con el malvado me atrae, me fascina»

Mientras duermeses, probablamente, la mejor película de Jaume Balagueró (Lleida, 1967). Una obra de absoluta madurez: elegante, ambigua, tensa e ingeniosa acerca de un avieso portero de finca (Luis Tosar) obsesionado por una joven y alegre inquilina (Marta Etura). El comentario se ha ido expandiendo con velocidad viral entre la comunidad del festival de Sitges, donde ayer se proyectó fuera de concurso. «Estoy muy satisfecho, no lo puedo negar. Pero, ¿la mejor?... Es como cuando miras a tus hijos. ¿Puedes decir que quieres más a uno que a otro?», pregunta el director, referente clave del cine fantástico español.

-César, el malo de la película, es un tipo abominable. Pero te acabas identificando con él. ¿Cómo es posible?

-Ese era mi reto y el de Alberto [Marini, guionista del filme]: hacer una película con un malvado total, repulsivo, asqueroso, pero que al mismo tiempo el espectador empatizara con él. Que tuviera dudas, que no supiera del lado de quién está, que optara por una posición que va en contra de sus principios: ese conflicto moral me atrae, me fascina.

-Ha creado un villano muy especial. César no es un psycho-killer al uso, un matarife. De hecho, según cómo se mire, es un poco light...

-Sí, o así podemos decir. No comete matanzas, es verdad, pero César es la maldad pura.

-Mientras duermes es un filme realista, pero tiene algo de cuento perverso, de fábula retorcida.

-¡Es que es un cuento infantil!: la inocencia pura, la princesa, la doncella. Y el malo puro, que es lobo feroz. Y es un lobo feroz porque sí, porque su naturaleza es así, porque es genéticamente malo. Me gusta el arquetipo del cuento infantil: el lobo contra Caperucita, la luz contra la oscuridad, el bien contra el mal...

-¿Cómo trabajó con Luis Tosar en la creación de César?

-Hablamos mucho de crear un malo muy especial, construido a partir de sutilezas. Que su maldad se manifestase poco a poco, que no fuese un malo que es malo y ya está, un malo de manual, sino que el espectador descubriese sus cartas paulatinamente; que ahí había algo turbio y extraño. Y, como te decía antes, que fuera un malo carismático y atractivo para el espectador. Ahí está la clave de todo.

-Hay algo turbadoramente polanskiano en la película.

- Tengo millones de referentes en la cabeza y no solo cinematográficos: el cómic, el videojuego. Y es difícil separar lo que llevas dentro de lo que te influye desde fuera. EnMientras duermes no he querido inspirarme en nada específico, pero no puedo negar que soy muy fan de El quimérico inquilinode Polanski, y hay algo en su cine que me fascina. Supongo que esa fascinación tiene que estar ahí, por algún sitio...

-Mientras duermes puede gustar a muchos tipos de público, no solo al fan del género fantástico.

-Espero que guste a todo tipo de público. En este sentido, es mucho más abierta que[REC]. Yo creo que Mientras duermesle puede gustar tanto a mis padres como a mis sobrinas porque parte de un concepto muy cercano. La historia de un portero... ¿Quién no ha tenido o conocido a un portero de finca? Un portero peligroso y que por las noches hace cosas terribles...

-Nadie duda hoy de la buena salud del cine español de género. Usted empezó hace más de una década. ¿Se considera un padrino, un faro, de la actual generación de cineastas del fantástico?

-No, padrino no. Solo me siento uno de los pioneros de esta generación. Si hay un padrino, ese es Álex de la Iglesia. Él fue el primero que dijo que se podía hacer un cine popular, competitivo y de éxito.

-¿Pensó alguna vez que el género fantástico viviría hoy el momento que vive?

- Podía imaginarlo, sí, y esperaba que así fuera. Mi generación había crecido y aprendido a hacer cine de una forma muy diferente a la anterior. Lageneración del videoclubha visto de todo: cosas increíbles, cosas malísimas, videojuegos, cómics, juegos de rol. Una generación sin miedo de hacer lo que le gustaba.

-¿Se ve haciendo películas que no sean estrictamente de género?

-No me lo he planteado de una forma muy concreta, pero sí, sí, es una idea que me ronda la cabeza... Algún día... Porque debo decir que me gusta el cine en general, no solo el fantástico.

-¿Hollywood?

-Siempre te tientan y te envían propuestas, pero el salto por el salto no me interesa. El día que me atraiga de verdad un proyecto iré a Hollywood. Mientras, no.