ARTE

El artista chino Ai Weiwei cubre de pipas el suelo de la Tate Modern

Ai Weiwei, ayer en la Tate.

Ai Weiwei, ayer en la Tate.

BEGOÑA ARCE / Londres

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Las instalaciones que periódicamente ocupan el gigantescohall

de entrada de la Tate Modern de Londres tienen la virtud de sorprender y de no parecerse en nada las unas a las otras. La que ayer presentó el artista chino Ai Weiwei mantiene esa misma tendencia. Weiwei ha cubierto los 1.000 metros cuadrados del suelo delhallcon más de cien millones de pipas de porcelana.

Laalfombratiene 10 centímetros de espesor y pesa 150 toneladas. Cuando se pisa, las pipas crujen bajo los pies del visitante como si fueran de verdad, pero, aunque parezcan naturales, es mejor no tratar de hincarles el diente. Vistas más de cerca cada una de las semillas es diferente, no en vano han sido pintadas a mano una por una, con auténtica paciencia de chinos, a lo largo de dos años por cada uno de los 1.600 artesanos de la ciudad de Jingdezhen.

Weiwei aseguró ayer durante la presentación de la pieza a la prensa, que su instalación, tituladaSunflower Seeds(Semillas de girasol), entrelaza los conceptos de individualismo, producción en masa y artesanía. También quiere hacer reflexionar sobre el papel del «individuo, en la sociedad de hoy» y preguntarse si el hombre es «insignificante e impotente, a menos que actúe de forma conjunta». Él, personalmente, solo ha pintado «dos o tres» de las pipas, porque «el proceso es simple pero muy difícil» y se le daba bastante mal, según reconoció.

Sunflower Seedses la undécima instalación de la serieUnilever inaugurada en el año 2000 en la Tate y por la que ya han pasado unos 24 millones de visitantes. En las ediciones anteriores se han visto, entre otras, la araña gigante de Louise Bourgeois, los ascensores en perpetuo movimiento de Juan Muñoz, el sol resplandeciente de Olafur Eliasson, los toboganes gigantes de Carten Höller, y la grieta que rompía el suelo de la sala, de Doris Salcedo.