NOU BARRIS

Títeres, pero solo para adultos en Nou Barris

El festival Ròmbic sale a escena con su erotismo cada primavera en el Ateneu Popular

Una escena de la obra 'Los sueños de Leonor', representada el pasado 7 de abril en Nou Barris.

Una escena de la obra 'Los sueños de Leonor', representada el pasado 7 de abril en Nou Barris.

SÍLVIA ALBERICH / BARCELONA

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De papel, madera, plástico, hilo, goma espuma... bonitas o espantosas, con formas humanas o sobrenaturales. Los títeres pueden fabricarse con materiales muy diversos y sus formas y tamaños varían, pero todos ofrecen infinidad de posibilidades, tantas como los personajes a los que dan vida. Aunque suelen asociarse al mundo infantil, también hay espectáculos de títeres creados para adultos. "Las marionetas no son solo para niños", reivindica Fernando Paniagua, coordinador del programa cultural del Ateneu Popular 9 Barris.

En ese espacio se celebra cada primavera Ròmbic, un festival que, desde hace tres años, se ha convertido en un referente en Nou Barris y en Barcelona. "No existe un festival similar donde se hagan títeres para adultos", lamenta Panigua.

LO OBSCENO

Aunque el evento no está pensado para menores por el contenido erótico de algunas escenas, por la complejidad de ciertos mensajes y porque empieza a las ocho de la tarde, los organizadores del Ròmbic apuestan por romper esa dicotomía. "Es mucho más obsceno ver cómo un politico roba millones que asistir a un espectáculo explícitamente sexual", matiza Paniagua.

La música, un lenguaje satírico y una iluminación tenue contribuyen a crear un ambiente idóneo para el espectáculo de títeres, que suele traer consigo reivindicaciones de tipo político, sexual o de otra índole. "Con las marionetas se expresan cosas que con otros formatos no se podría", destaca Lara Epp, artista alemana de un taller de títeres.

Marta Tolós, ingeniera de Telecomunicaciones fiel al Ròmbic desde la primera edición, observa con atención cada movimiento de la pequeña Leonor, protagonista del espectáculo, a quien se le aparece la muerte, representada por un títere de grandes dimensiones y una caracterización cómica, más propia de una artista flamenca, que le da un toque divertido e irónico. "Los títeres para adultos te devuelven a la infancia, pero tienen un punto picantón", afirma Tolós, quien destaca "el gran trabajo y la dedicación de un espectáculo en vivo y con música".

Junto al Ateneu Popular 9 Barris, la Associació Titellaire de Roquetes organiza el Ròmbic, cuyo nombre surgió de los rombos que anunciaban en TVE el contenido para adultos. El festival, que ha celebrado su tercera edición, ayuda a dinamizar el barrio de Roquetes. "Es importante descentralizar la oferta cultural de Barcelona", destaca Josep Antoni Ruiz, coordinador de la entidad.

METÁFORA DEL SER HUMANO

Para Andrea Lorenzetti, titiritero, más allá del costoso trabajo de fabricación y del manejo de un títere, el reto está en dotarlo de vida. "Lo difícil es dar un contenido a esas marionetas, que son una metáfora del ser humano", afirma Lorenzetti.

Esta artista considera que el problema de los títeres para adultos no reside en la falta de público, sino en los pocos espacios destinados a este tipo de espectáculos, que acaban haciéndose en bares y centros cívicos, a excepción del festival Ròmbic, que se celebró el 7 y el 8 de abril. Se representaron las obras Los sueños de Leonor y Poemes visualsY hasta hubo peep show, de muñecos claro.

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