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Preguntas a Mas

El 'president', Artur Mas, el miércoles, durante su viaje a Rusia.

El 'president', Artur Mas, el miércoles, durante su viaje a Rusia. / periodico

Xavier Sardà

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EL PERIÓDICO me pide una pregunta para el señorMas. Aquí van algunas.

-SeñorMas, ¿hacia dónde nos lleva? ¿Lo sabe usted, o irá improvisando un poco?

-¿Por qué les pide a los empresarios que si no son independentistas se lo callen? ¿Quién se cree usted que es, señor candidato?

-En lamanifestación del 11-Sse pedía la independencia. Usted dijo interpretar y asumir lo que se pidió. ¿Por qué no aparece lapalabra independencia en su programa? Poco tiempo para dejar a los independentistas de verdad en la estacada, ¿no? ¿El Estado propio estará dentro de España? ¿Fuera? ¿Cómo la Casa de las Mantas, al ladito de La Caixa?

-Si usted consiguiese la independencia o interdependencia o yuxtaindependencia o la independencia de la señorita Pepis, se convertiría en un héroe histórico. Si no le sale bien, quedaría usted como un mártircasolà. ¿Vaya chollo, no? Pierda o gane, usted gana.

-¿Cuánto tiempo calcula que se necesita para crear estructuras de Estado?, ¿Un año, dos, tres, cinco, siete? Porque usted dijo que primero estructuras y después consulta. ¿O era al revés? ¿Cuál es el orden y cuánto tiempo faltaría para la consulta? A ver si ha corrido mucho a convocar elecciones y luego Ítaca esta la hostia de lejos.

-¿Quién ha diseñado la propaganda institucional de las elecciones? ¿Le felicita o le despide? No me diga más: ¡ni una cosa ni la otra¡ Como en todo.

Son tantas las preguntas. Permítame ahora reivindicar mi derecho a opinar libremente. Hay días en los que uno queda neutralizado por el discurso soberanista universal. Me van a llamar de todo menos bonito.

-Reivindico el derecho a manifestar que el proceso hacia la independencia me causa MIEDO. La casi inevitable colIsión constitucional que gravita sobre nuestras cabezas en un momento económicamente crítico aglutina notabilísimas incertidumbres.

-Reivindico el derecho a no ser insultado con toda impunidad cuando manifiesto libremente que no soy independentista. El término «españolista» se utiliza con 'animus injuriandi' y, como servidor no lo es, me avengo a aquello de «españolista su madre de usted». Resulta curioso que los que más fervientemente experimentan el sentimiento nacional catalán utilicen despreciativamente el mismo sentimiento por parte de «los otros». Triste espectáculo para los que somos agnósticos respecto a las banderas y los estandartes.

-Reivindico el derecho a la ambigüedad. El otro día en una tertulia nacional (catalana), alguien manifestó que los mensajes de los no independentistas pueden ser complejos, pero no ambiguos. '¡Collons!' Fue oírlo y sentirme ambiguo. ¿Saben en qué consiste la ambigüedad? Sencillamente en no saber exactamente cuál es tu posición respecto a algo. ¿Por qué molesta tanto? Ser categórico es lo anormal. La ambigüedad es lo que humaniza la política.