MARÍA CUSTODIA RAMÍREZ (81 AÑOS)
«En esta comuna, mis vecinas son mis nietas»
Es de Salamanca, pero antes de recalar en el número 109 de la calle de Sant Ferran de Sabadell, la vida había llevado a María Custodia Ramírez por media España. «Estuve años dando vueltas. Trabajé de naranjera en Orihuela, de cocinera en varios pueblos de Catalunya..., pero cuando mi hija se instaló aquí, me vine con ella». Con los 600 euros de pensión de viudedad que cobra mensualmente María Custodia viven ella, la hija y el yerno. «Él no puede trabajar porque tiene un cáncer malísimo y ella, que limpiaba casas, tuvo un accidente y está esperando a que la llamen para operarla», prosigue la mujer.
A sus 81 años («aunque si quiere, ponga que tengo ya 82, que los cumplo el 27 de septiembre», dice), es la abuela del bloque. «Esto es como una comuna, donde mis vecinas son más que vecinas, son como mis nietas», afirma la jovial anciana, mientras apura un cigarrillo.
En el comedor de una de las viviendas de la planta baja, convertido en sala de reuniones, cafetería, punto de información y local multiusos, María Custodia y un grupo de vecinas apuran el café con leche de media mañana. Es el rato de asueto dentro del horario de labores colectivas del edificio. ¿Y cuál es su tarea? «Ella no tiene ninguna asignada. Basta con que venga a vernos y nos alegre el día con sus historias», responde Mari, sentada a su lado.
- Una intensa granizada impacta en Barcelona y el litoral catalán
- El SMS que Hacienda está enviando a todos los que han hecho esto en su declaración de la renta
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios
- Catalunya rechaza el reparto de menores no acompañados llegados a Canarias que propone el Gobierno
- Encuesta elecciones Catalunya: El PSC se afianza en cabeza y Junts toma la delantera en su pulso con ERC
- Saltan las alarmas por el estado de salud de uno de los Mozos de Arousa
- Una familia recupera la titularidad de un piso de Girona tras varios intentos de desahucio
- Un luchador iraní es golpeado por el público y suspendido de por vida tras pegar una patada a una chica en el ring