Gente corriente

Eric Pastor: "Después de tantos años hice algo que podía divulgar"

Quiere ser programador de videojuegos y lleva ocho de sus 16 años preparándose para eso.

«Después de tantos años hice algo que podía divulgar»_MEDIA_1

«Después de tantos años hice algo que podía divulgar»_MEDIA_1

MAURICIO BERNAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hay personas que rápidamente saben lo que esperan de la vida, y que con esa claridad dirigen sus actos en una dirección precisa. Este adolescente, por ejemplo. Su edad es escasa, 16 años, pero solamente en términos numéricos, porque cuando uno puede decir cosas como: «Los últimos ocho años he estado dedicado a» el tiempo tiene otro significado. El tiempo de Eric Pastor, sí: tiene otro significado. Los últimos ocho años (media vida suya, al fin y al cabo) los ha dedicado a perfeccionarse para empezar a ser lo que a la postre quiere ser: programador de videojuegos.

-¿Little qué?

-Little big planet. Es un videojuego. Lo interesante que tiene es que viene con una opción para que tú diseñes tus propios niveles.

-Y todo esto empezó con el Little big planet, entonces.

-Me abrió el apetito, sí. De hecho, por esa época mis padres me regalaron un ordenador portátil, y con él empecé a investigar. Tecleaba en internet cómo hacer juegos o programas para hacer juegos. Por ahí encontré el RPG Maker, que es algo que está a medio camino entre el Little big planet y la programación propiamente de videojuegos. Sirve para hacer juegos en 2D, al estilo Pokémon. Cosas un poco más elaboradas, hacía. Pero era un novato, vaya.

-Un novato, claro. ¿Qué edad tenía?

-Cuando tenía 9... 9, 10 años.

-¿Y ya tenía que manejar códigos? ¿Tenía que saber de programación, quiero decir?

-No, no. Sin código, solo arrastrando iconos; como esos programas para hacer webs en los que la gente no tiene que saber nada de programación. Mi problema es que el ordenador que tenía era muy malo, muy limitado. Así que un día decidí ponerme a trabajar. De canguro, haciendo mudanzas, repartiendo publicidad. Todo el verano de mis 13 años, hasta que junté el dinero que necesitaba.

-Ya estaba en el instituto.

-Sí.

-Por lo que me cuenta, todo esto ya le empezaba a ocupar bastante tiempo, ¿no?

-Todo mi tiempo libre, o casi. Era mi principal actividad fuera del colegio. A mí nunca me ha gustado salir de fiesta; prefiero estar haciendo mis cosas. De hecho, al comenzar el instituto me di cuenta de que quería hacer esto, hacer de esto mi vida, programar videojuegos. «Voy a aprender programación en serio», me dije. Era ponerme un reto. Como un videojuego en la vida real.

-Entiendo. Y empezó a hacer eso con su ordenador nuevo, supongo.

-Sí, empecé a investigar lenguajes de programación. Conseguí un motor gráfico, que para hacer un videojuego es fundamental, y empecé a hacer prototipos, 20, 30 prototipos, para coger práctica. Estaba seis, siete, ocho horas diarias trabajando.

-Acaba de colgar un juego en internet, ¿no?

-PixelAnimals, sí. Es el primer juego completo que hago. Después de tantos años finalmente hice algo que consideré que podía divulgar. Está colgado en Google Play.

-Bueno, es una especie de primer triunfo.

-Sí, estoy orgulloso. Pero no me puedo quedar ahí. Ahora estoy haciendo otros dos juegos, más elaborados, y voy a volver a trabajar para poder comprarme un Apple. Quiero dejar de trabajar en Android y pasarme a Apple, y para eso necesito otro ordenador. En Apple la gente compra más, y yo necesito empezar a vender. Para seguir avanzando tengo que conseguir dinero.

-Dinero para…

-Pues por ejemplo para contratar a alguien que me haga los gráficos. Necesito gente que me ayude para avanzar más rápido.

-No se puede decir que dude mucho.

-Tengo claro lo que quiero hacer y hace años que trabajo para ello.