Así podría ser el fútbol del futuro en videojuegos

Nos planteamos las novedades jugables y de simulación que los videojuegos de fútbol podrían ofrecer en un futuro cercano

Así podría ser el fútbol del futuro en videojuegos

Así podría ser el fútbol del futuro en videojuegos / periodico

PEDRO CANO

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Tras el lanzamiento oficial de los nuevos títulos de fútbol en videojuegos, 'FIFA 15' y 'Pro Evolution Soccer 2015', queda patente la continua evolución gráfica y jugable que experimenta cada nueva entrega. Sin embargo los juegos de fútbol del futuro podrían albergar revolucionarios avances que planteamos a continuación.

Uno de los enfoques más solicitados por los usuarios es el de la administración del club que, si bien con las sagas Manager ya se permite controlar muchas funciones, uno de los aspectos más descuidados actualmente es el de las ruedas de prensa. Influencias en la motivación y la convinción del equipo comienzan a menudo entre los micrófonos de periodistas con las declaraciones de los técnicos. La actitud de éstos podría ser controlada en el jugador en busca de una simulación social similar a la obtenida con la saga Los Sims.

Del mismo modo, se podría potenciar la jugabilidad los días previos al partido. Si en automovilismo motociclismo están las sesiones libres y rondas de clasificación, en fútbol está el entrenamiento y calentamiento justo antes de comenzar el partido, variables que podrían afectar a factores como la velocidad, la fuerza o la resistencia de los jugadores que entran al terreno de juego.

Los usuarios de estos títulos deportivos ven cómo año tras año la personalización del público es cada vez mayor, sin embargo no deja de ser actualmente un elemento impuesto por los desarrolladores sin opciones de customización y lejos todavía de plasmar la personalidad de cada afición. No están previstas actuaciones espectaculares como la invasión de un campo por aficionados exaltados, espontáneos que saltan al césped o las consecuencias respectivas en formas de multas, sanciones clasificatorias o partidos a puerta cerrada.

Por otro lado, la actividad social de los jugadores de fútbol está totalmente desvinculada de los títulos actuales. No obstante, las estrellas mediáticas dan para muchos titulares más allá de los partidos disputados. La publicidad, la asistencia a fiestas, relaciones personales e incluso el tema del dopaje y sus posibles sanciones todavía no son gestionadas por los usuarios de videojuegos, un aspecto social que supondría toda una revolución y atraería quizás a otro tipo de jugador.

Por último, se plantea la figura del árbitro como componente añadido a la jugabilidad del partido. En contra de la depuración de sus acciones, la configuración del porcentaje de error del árbitro podría añadir el efecto “salseo” no presente en la simulación digital del deporte rey. Del mismo modo, el control del árbitro por un tercer jugador es una función no desarrollada hasta el momento, que mejoraría la experiencia multijugador.

Es difícil aventurar qué novedades se irán desarrollando en futuras entregas de videojuegos de fútbol, pero lo que es seguro es que cada año las sagas más famosas de este deporte seguirán buscando un mayor realismo de este deporte y, posiblemente, un mayor control de la simulación.