¿Dormir en el suelo y pasar frío? ¡Qué más da!

La pregunta que uno se hace cuando ve la cara de sufrimiento de todos los participantes de laTitan Desert al llegar al campamento después de una etapa de más de 100 kilómetros como la acontecida este lunes es: ¿qué tiene esta carrera que cautiva a todo el mundo? Da igual que las bicis se averíen, que el calor azote al cuerpo como en pasadas ediciones o que los termómetros marroquís imiten a los pirenaicos con temperaturas impropias de esta época del año, como sucede estos días en el norte de África.

Y la respuesta que aparece habla de dos aspectos esenciales para que esta magia se produzca: la lucha por la superación humana y elencanto de Marruecos. Nada más, porque, de lo contrario, ¿quién podría imaginarse a uno de los participantes anónimos de la prueba, enemistado con la misma, pasando tanto tormento y encima pagando por ello?

Nunca había hecho tanto frío en la carrera. Los ciclistas que se han apuntado a laTitan Desert 2013 llevan tres días durmiendo en jaimas, que protegen del exterior pero con unas telas que dejan pasar el aire, que se torna en un gélido viento que penetra en los huesos conforme avanza la noche. Han dormido vestidos, con pijamas largos, los forros polares, los calcetines, los guantes, los gorros, dentro del saco y, por encima, las sábanas y las mantas. Y aún así se han helado.

Al día siguiente (léase domingo y después lunes) se han levantado para afrontar las dos primeras etapas, dostortuosos pero hermosos caminos, plagados de rampas y muros, por los más bellos parajes. Y es aquí, al margen de la velocidad que lleve cada uno, donde empieza el cariño a la prueba. Marruecos es un mar de paisajes distintos, maravillosos, con una gente hospitalaria, que aplaude el paso de los corredores ante la puerta de sus modestas casas de adobe. Los niños se ponen la mejor vestimenta que tienen, generalmente lacamiseta del Barça, y para ellos es un paraíso de felicidad saludar a esos extraños visitantes que recorren su país en bicicleta.

Y, encima este lunes, escenario de laetapa maratón, los corredores tienen quedormir en el suelo, del primero al último, desde el líder portugués, un abogado de Oporto llamadoLuis Pinto, de 33 años, que se ha hecho profesional del mountain bike hace año y medio, hasta los cicloturistas que desde el domingo ya están fuera de control pero que toman la salida por puro placer y para conocer y fotografiar los paisajes.

Dormir duro

Han cargado con las prendas de abrigo, el saco de dormir, el colchón de plástico comprado en los bazares chinos y los recambios de la bici. Así que esta noche no les quedará más remedio que dormir duro, protegidos de las frías temperaturas que se anuncian (mínimas de cinco grados) gracias a una jaima de plástico y una alfombra bereber. Y punto. Deberán conciliar el sueño sin pensar en que la etapa del martes, la tercera, que consta de 135 kilómetroscamino ya del desierto del Sáhara, adiós al Atlas.

Y todos se dormirán felices por lo que han hecho. O entristecidos por las desdichas, comoRoberto Heras, vencedor de cuatro de las siete ediciones anteriores, que este lunes ha rajado totalmente el neumático trasero y se ha despedido prácticamente de las posibilidades de victoria, ya que ha debido esperar a su gregarioMarc Trayter para que le cambiara la rueda. O soñando como líder de la prueba en la categoría femenina, como es el caso deClaudia Galicia, de Vic, que ni se cree lo bien que está corriendo.

O más anónimos, como Genis López, de Igualada, quien, a punto de cumplir el medio siglo, va clasificado entre los 100 primeros, a pesar de que solo ha podido entrenar con el 'spinning' por cuestiones de trabajo. Y en el apartado de los superfelices surge el nombre deAntonio Gassó, que es el dueño deGaes, patrocinador de la carrera y que por ser el amo es el que más anda de la empresa. Se ha traído a Marruecos a buena parte de sus empleados, a otorrinos de toda España y a famosos comoSanti Millán, exdeportistas comoSanti Ezquerro yCésar, mejores con el balón que con la bici, y a la alpinistaEdurne Pasaban, que se tomó el domingo un ibuprofeno, porque se encontró mal, y le sentó falta. Así que tuvo que parar hasta ocho veces y al final entró fuera de control. En total, 54 personas corren con publicidad de la marca auditiva.

Por eso, pocos son los que no se contagian de las maravillas de Marruecos. Ahora toca el desierto. LaTitan Desert sigue su ruta. ¿Dormir en el suelo y pasar frío? Qué más da.